Según el sitio Wikipedia el karma "se produce cuando el sujeto que ejecuta una acción no se reconoce como la causa de los efectos que esa misma acción produce, sobre todo cuando dichos efectos le son adversos. Este no reconocimiento también ocasiona la exacerbación de los efectos nocivos, porque los movimientos que hace el sujeto para solucionar el problema sólo lo agravan. Ejemplo: el caso de un sujeto que al no saber nadar, y por el instinto de querer sobrevivir, en su desesperación y con sus movimientos bruscos empeora su situación. No se da cuenta que lo que le hace hundirse cada vez más, es su propia reacción". Eso es Eduardo Cáceres para Cambiemos San Juan, una consecuencia autodestructiva de la política macrista. El diputado nacional, inesperado fruto de la ¿inocencia política? de Roberto Basualdo, intentó defender esta semana el tarifazo de la luz y sólo logró confusión y rechazo. "Los Cambiemos sanjuaninos" tienen varios problemas, entre ellos, encontrar un vocero que dé respuestas adecuadas sin pedir nada a cambio, como sí suele hacer Cáceres. Un líder. Roberto Basualdo, parece, está en franca retirada y muy lejos de asumir ese rol. Y al resto no le conviene poner la cara. Que lo siga haciendo Cáceres es un punto a favor del Justicialismo sanjuanino.


La locura que se vivió por años en este país provocó lo que estamos viviendo hoy con las tarifas, todo el mundo lo reconoce. Hubo un modelo que buscó resultados inmediatos con fórmulas populistas y, en consecuencia, los argentinos nos acostumbramos a pagar poco o nada por servicios escasos para el mundo entero. Hasta hace dos años un porteño pagaba 70 pesos por el bimestre de energía eléctrica. El macrismo pretende acomodar estos números, pero sin tacto político y apuntando a un solo sector. No se le puede pedir a la gente que pague el 1.000 o el 2.000 por ciento más de un día para el otro sin esperar reacciones. Y ya no se le puede echar la culpa de todo al kirchnerismo, porque la falta de inversión es más antigua que los doce años de Néstor y Cristina. El verso de la gestión anterior se terminó.


Ese es el contexto nacional, que impacta de lleno en San Juan. El problema de los macristas sanjuaninos es que no tienen voceros en la provincia. Pocos tienen el espertiz necesario o la cancha con micrófono en mano como para sostener la política nacional. Y los que lo tienen, están en otra. Roberto Basualdo quedó complicado el día que este diario publicó la lista de familiares que tiene trabajando en el Senado, informe que repitieron después algunos medios nacionales, incluso uno de ellos fue esta semana. Los intendentes Fabián Martín y Marcelo Orrego no dicen nada del tema porque no les conviene. Ambos juegan sus propios partidos. El de Rivadavia quiere repetir mandato, y el de Santa Lucía podría ser candidato a gobernador, a diputado nacional o ambos cargos a la vez, no se sabe aún. Ninguno quiere hablar de la energía, porque no están de acuerdo con lo que hace la Nación, y por el mensaje negativo al que quedan pegados. ¿Quién queda? Cáceres. Ayer Eduardo Castro, presiente de la UCR de San Juan, lanzó un pensamiento revelador en un programa de radio. Dijo que si Orrego o Basualdo no son candidatos, tendrán que discutir entre los integrantes de Cambiemos el nombre del candidato a Gobernador. No dio por hecho que sería el diputado nacional, cosa que él si hace cada vez que puede.


Para colmo ya deben haberse dado cuenta cuál es el juego que juega Sergio Uñac. El gobernador los cruzó, primero a Orrego y esta semana a Cáceres, por distintos temas. Para algunos pudo haber sido un error que el mandatario saliera a polemizar con dos intendentes y un diputado nacional, pero pudo haberles servido para que se den cuenta que están jugando contra uno que juega fuerte. Y lo van a sufrir. Dicen, fuentes del peronismo y de los intendentes Orrego y Martín, que la reunión del viernes en Casa de Gobierno fue muy dura. El justicialismo habló de "cordialidad" pero luego se conoció que la amabilidad llegó luego de algunos reclamos del gobernador. No va a ser fácil. Y todo esto sólo demora la definición pública de Orrego, que ya es candidato a gobernador por más que no lo haya dicho. Las publicaciones de dos diarios nacionales lo dejaron expuesto. La oposición sanjuanina cayó en una evidente interna nacional entre Marcos Peña y Rogelio Frigerio. Los invitaron a una reunión y les tomaron una foto, y luego salieron a poner a Orrego a la parrilla. Mala jugada para el sanjuanino. Ahora Orrego deberá responder de todo lo que no quiere hablar, incluso de las tarifas. Y si luego decide no serlo, todo mundo dirá que "se bajó". No fue el peronismo el que más lo expuso, fueron sus aliados de Buenos Aires. Pregunta que sobrevuela buena parte de Cambiemos: ¿Cáceres no sabía que eso podía pasar? Más de uno tiene sus serias dudas.


El panorama no es bueno para Cambiemos San Juan. Tienen buenos candidatos pero los problemas que se generan en Buenos Aires los complican. La del año que viene podría ser una elección histórica para el basualdismo, pero la tienen que pelear. No tienen un vocero creíble en San Juan y eso se vuelve un problema con pocas soluciones cercanas a la vista. Es su primer drama de campaña, veremos cómo lo solucionan.