"Atahualpa dio sus primeros pasos junto a la Tropilla de Huachi Pampa, símbolo de la música cuyana,... y jamás pudo evadirse de su sello.'' 

Atahualpa Yupanqui tiene una imagen de músico del Norte. Si bien ha compuesto vidalas y chacareras, las que se corresponden con esa región y le ha cantado mucho a Tucumán, también ha aportado milongas sureñas que ya son clásicas y canciones que no tienen un lugar exclusivo en el territorio musical argentino; y sus trascendentes zambas: "Luna Tucumana'', "La Pobrecita'', "La añera'', "Tierra querida'', género que puede considerarse patrimonio de todo el país. 


Es en ellas donde se puede encontrar su nítida alianza con la música de Cuyo, sobre todo a partir de nuestro Carlos Montbrum Ocampo, con quien compuso la hermosa zamba "La Majadita'', en la cual es imposible soslayar un perfil cuyano, no sólo por su temática sino por su construcción musical. Con Buenaventura Luna compuso, entre otras, "Este camino que va'', canción en la que coincidieron en mucho de lo que los dos se sirven en su obra: lo telúrico, lo romántico y la profundidad de las reflexiones. Dos insignes pensadores del arte musical.


Atahualpa dio sus primeros pasos junto a la Tropilla de Huachi Pampa, símbolo de la música cuyana, y quien de algún modo se vinculó a este singular grupo musical jamás pudo evadirse de su sello. Hasta su reciente fallecimiento, Carlos Vega Pereda, primera voz de la original formación de Los Cantores de Quilla Huasi, salteño de cuna que se formó cerca del famoso grupo, defendió con una pasión que muchos cuyanos no han tenido la música de nuestra región, constituyéndose en uno de sus bastiones, además de ser uno de los mejores intérpretes de todos los tiempos. Atahualpa no tiene -quizá por eso- muchas coincidencias reales con la música del Norte, recostándose más bien en el sur y en Cuyo, al contrario de una creencia generalizada. Fue un creador original, exclusivo. Creo que son sus zambas las expresiones donde el pensador y poeta mejor se mostró. En todas ellas se puede verificar enormes hallazgos armónicos, temáticos y paisajísticos y pensamientos que caracterizan su trascendente obra. 


El paisaje actual del folklore muestra un predominio en la preferencia popular de la chacarera, el chamamé y ritmos provenientes de Bolivia. Una mirada desprevenida puede afirmar que se ha consolidado una tendencia basada en la preeminencia de las expresiones bailables, pero sobre todo festivas. Pero no olvidemos que uno de los más grandes de todos los tiempos, Don Ata, respetado en el mundo a la par del Cuchi Legizamón, Ariel Petrocheli, Daniel Toro, Jaime Dávalos, Montbrum Ocampo, Don Buena y un tropel muy consagrado de contemporáneos cuyanos, dejaron un legado extraordinario de zambas que en el más bailantero de los festivales hace pata ancha.

Por Dr. Raúl De La Torre

Abogado, escritor, compositor, intérprete.