El debate por la despenalización del aborto ya se ha instalado en la Cámara de Diputados de la Nación, aunque sin el respaldo necesario para convertirse en ley. El proyecto fue presentado por quinta vez consecutiva con las firmas de 64 diputadas y diputados de casi todos los bloques legislativos.

En este contexto convendría recordar la figura del médico estadounidense Bernard Nathanson. Su especialidad era la ginecología y, como él mismo admitió, llegó a practicar más de 75.000 abortos en diferentes clínicas, domicilios particulares y centros hospitalarios de los Estados Unidos. En 1968, había fundado, además, la mayor organización creada para rechazar las leyes que prohiben o limitan la práctica del aborto y para hacer "lobby" en los medios y en la opinión pública.

El momento de su cambio de postura, ocurrió, según él, cuando las nuevas tecnologías de ultrasonido y de filmación permitieron documentar, paso a paso y en detalle, lo que describió como "el asesinato del feto mientras lucha por su vida, de niños no nacidos que son seres humanos y que tienen tanto derecho como un adulto a la protección legal desde su concepción".

Dos de sus documentales sobre las distintas técnicas abortivas, "El eclipse de la razón" y "El grito silencioso", ayudaron a delinear su nuevo perfil como figura pública. Uno de los testimonios devastadores que incluyó en sus películas es el de un bebe que trata de evitar en el útero ser alcanzado por los instrumentos del médico abortista. Su estrategia argumental fue, desde entonces, la del arrepentido que llega a la verdad mediante la confesión de lo que ha hecho.

"He abortado a los hijos no nacidos de amigos, colegas y familiares, he abortado a mi propio hijo -explicó ante un comité del Senado-, y les digo que interrumpir la gestación sólo puede verse como la eliminación de un miembro de nuestra especie. Si ustedes lo entienden de otra manera, serán sólo un producto más de la ideología política".

Otra de sus tácticas consistía en denigrar o ignorar cualquier evidencia científica de que la vida comienza con la concepción. La Madre Teresa de Calcuta dejó un pensamiento que ayuda a reflexionar sobre este tema: "La amenaza más grande que sufre la paz hoy en día es el aborto, porque el aborto es hacer la guerra al niño, al inocente que muere a manos de su propia madre. Si aceptamos que una madre pueda matar a su propio hijo, cómo podremos decirles a otros que no se maten."