Juan Jufré, nació en 1516 en Medina de Rioseco, Corona de Castilla (actualmente provincia de Valladolid, Castilla y León, España), hijo de Francisco Jufré de Loayza y Cándida de Montesa. Por cuanto su nombre completo y títulos fueron "Juan Dávalos Jufré de Loayza y Montesa, hidalgo de Medina de Río Seco''. Se crió en la casa del Conde Don Pedro de Toledo y bajo su supervisión aprendió lectura, escritura, manejo de las armas y del caballo.

Llegó a América el 13 marzo de 1538, junto a su tío el Oidor Robles y en 1539 al Perú. Su primer desafío, no fue en batalla si no que fue convertirse en padre. Tras un amorío con una indígena del lugar, nació un varón, al que le dio el apellido para concederle señorío, ya que era mestizo. Lo llamó Diego Jufré. Desde allí acompañó al gran conquistador Pedro de Valdivia a Chile. Por aquellos años ocupó varios cargos políticos y tuvo otro hijo mestizo Francisco Jufré. Poco después conoció a Francisco de Aguirre (Fundador de La Serena - Chile y Santiago del Estero - Argentina), con quien los unió una gran amistad. Años antes, en 1551, Francisco de Villagra (con quien Juan Jufré servía a sus órdenes y tenía una amistad), en su regreso de Perú a Chile, por el lado Este de la cordillera, descubrió estas tierras, los valles de Ullum y Uspallata. Se quedó varios meses por no poder pasar la cordillera en invierno. Al regreso a Chile y demorada la empresa por los problemas que enfrentaban con los Araucanos, Francisco de Villagra no pudo preparar una caravana colonizadora. Misión que apuradamente Hurtado de Mendoza (gobernador de la capitanía de Chile) conformara en 1560. Designó a Pedro del Castillo como "Teniente y Capitán General de Cuyo y las provincias comarcanas''. Pocos meses pasaron cuando Castillo se enteró de los cambios en Perú y Chile. García Hurtado de Mendoza había sido depuesto al igual que su padre (el virrey del Perú). Para peor, había sido designado gobernador de Chile Don Francisco de Villagra, del que debería esperar las mismas humillaciones que él mismo le hizo sufrir. Con Villagra a cargo de la capitanía de Chile, se anularon todos los actos de gobierno de Hurtado de Mendoza, incluidas las fundaciones de ciudades como "Mendoza''. Villagra arma entonces una nueva expedición colonizadora para que reemplazara a la de Pedro del Castillo, que esperaba órdenes en tierras cuyanas. Juan Jufré llegó a Güentota en abril de 1562, con poderes "bastantes'' (según dicen los escritos de la época) otorgados por el flamante gobernador de Chile: para fundar ciudades, designar cabildo, otorgar mercedes (repartir la tierra) y despachar encomiendas (vender indígenas). Allí fundó la ciudad de "La Resurrección'', nombre con el que nunca se identificó esa ciudad. En junio 1562 pudo arribar al valle de Caria, Cariagasta o Tucuma (hoy Tulum), se dispuso a levantar la ciudad a la vera del río. Una vez recorrida las tierras y designado el lugar, se señaló el sitio para La Plaza Mayor, se trazaron los caminos principales a cordel y regla, y se hizo el repartimiento de chacras y tierras para: la Iglesia; el cabildo; dos hospitales; Jufré y su comitiva.


Para el día 13 de ese mes, una vez designado el Ilustre cabildo, bajo una improvisada ramada frente a un grueso tronco desgajado por "Rollo de la justicia'' (o picota), el escribano Tomás Núñez leyó el acta de fundación. Juan Jufré levantó su espada y golpeando el rollo tras veces, proclamó a los cuatro vientos la majestad del Rey de Castilla en su nombre en el del muy magnífico gobernador don Francisco de Villagra, fundaba la ciudad de "San Juan de la Frontera, por siempre jamás''.



> Jufré padre

Juan Jufré llegó a América el 13 marzo 1538, junto a su tío el Oidor Robles y en 1539 al Perú. Su primer desafío, no fue en batalla si no que fue convertirse en padre. Tras un amorío con una indígena del lugar, nació un varón, al que le dio el apellido para concederle señorío, ya que era mestizo. Lo llamó Diego Jufré. 

Por Antonio Díaz Ariza   -   Docente y Escritor