No hay cotos de caza en nuestro país pero donde los hay, los cazadores, escopeta o rifle en mano dependiendo del bicho que se trate, avanzan en línea y todos a la vez como un rodillo para evitar que alguien, al disparar, hiera a algún compañero. Es una disciplina férrea para reducir la posibilidad de accidentes que pueden ser de gravedad o mortales. Totalmente prohibido tirar al costado, espacio donde podrá haber algún miembro de la partida. No es común pero puede pasar que un principiante incumpla las estrictas reglas y ponga en peligro a los demás dejando un arma cargada y en dirección inconveniente. Suele ocurrir en las pedanas de tiro deportivo. A ese tipo de casos se llama "fuego amigo", que es más difícil de controlar en un combate real, donde no se sabe dónde está cada quien. Se llama también "fuego aliado" a los disparos provenientes del propio bando, faltas causadas por una identificación errónea del objetivo, por un marcado incorrecto del lugar donde el avión debiera descargar las bombas o por la desesperación de alguien que tira a cualquier parte.

Nadie ha podido identificar cuál habrá sido el objetivo marcado por Horacio Verbitsky al dar a conocer la existencia del llamado "vacunatorio VIP". Un hombre experto en warfare real y en ejercicios de inteligencia, desinformación o contrainformación como el "perro" ex Montonero causó la muerte política de su "amigo" y conocido de muchos años, el ministro de Salud Ginés González García. Otro que zafó de ser indirectamente perjudicado fue Roberto Navarro, dueño de El Destape, medio en el que Verbitsky publicó su comentario y que inmediatamente lo echó del staff.

La hipótesis más razonable es que se enteró de que el uso de las oficinas de Ginés para instalar un vacunatorio irregular por acomodo ya estaba en la calle y en manos de colegas de medios enemigos, según su calificación habitual. "Salgo y me autodenuncio para naturalizar esa inmoralidad y zafar de la posible condena pública", habrá pensado. ¿Confianza en impunidad? ¿Ostentación de poder? Tal vez. Como hemos sostenido en otras notas, para una figura pública no queda más que ser bueno, si se es malo no hay forma de ocultarlo. La información está fuera de control en las redes sociales y ya es imposible "apretar" a alguien para que guarde un secreto. El anonimato de Twitter es un arma letal.

Algo más asombra: ¿Cómo un gobierno que tiene problemas tan graves como la pobreza, el desempleo, la caída de la economía, las deudas y por si fuera poco la salud, se crea a sí mismo algo tan torpe? Se ensayó una supuesta necesidad estratégica, pero imposible incluir en esa hipotética lista a Hugo Moyano, esposa e hijos o a la familia del ex Presidente Duhalde. En Perú, donde también hay un escándalo parecido, se imaginó una figura también absurda pero, cuando menos, más creativa: la vacunación de cortesía. Una vergüenza. Hasta el Presidente de Estados Unidos ha creído necesario expresarse sobre estos abusos que también han merecido la condena de Human Rights Watch, Observatorio de Derechos Humanos.

Las sucesivas denuncias ante la justicia ordinaria no sabemos si tendrán efecto penal pero seguro prologarán la vigencia del tema abarcando a muchos funcionarios sin que haya límite hacia arriba, algunos ya dijeron, "me llamaron de Presidencia, tenía que ir". Conveniente obediencia debida. No se podrá pedir a los fiscales y jueces que frente a semejante escándalo paguen el costo de no dar respuestas a la sociedad, en su mayoría ignorante de cuestiones de técnica legal. Difícil que alguien archive estas denuncias in límine, sin tramitar por "ausencia de delito", como ha pedido a gritos Alberto. Se convocará a testigos, se allanarán oficinas, se rescatará documentación en un proceso que llevará tiempo. Luego se verá si hay alguna consecuencia pero, mientras, el tema seguirá presente en las noticias, justamente lo que menos desea el gobierno en un año electoral. El Presidente, apurado por cortar esto cuanto antes y sin muchos elementos para retomar la agenda con algo positivo, ha participado con otro error, la crítica a fiscales y jueces y el pedido de que se dediquen a otros casos. Esa acción, explícitamente prohibida por la Constitución Nacional: "En ningún caso el Presidente de la Nación puede ejercer funciones judiciales, arrogarse el conocimiento de causas pendientes o restablecer las fenecidas" lo descalifica como profesor universitario de Derecho y como dirigente político. Imaginen si del mismo modo fiscales o jueces opinaran sobre acciones del Poder Ejecutivo, inmediatamente irían a Juicio Político. Una bomba no se encubre una vez que explotó. Visto que el impacto no se pudo evitar, otra actitud de manual era acortar el tiempo de exposición, la duración del problema, entregando a la vez toda la información de golpe para agotar derivaciones y repercusiones. Reducción de daños. Hasta ahora no parece ensayarse ninguna estrategia, así que los resultados puede que sean inexorables. La pandemia es tema exclusivo de la gestión de Alberto, por todo lo demás le puede echar culpa a la herencia de Macri, no de esto que comenzó tres meses después de su inicio de gestión. El manejo, control, compras y distribución de vacunas, diseño de conductas públicas y protocolos, es algo de lo que se adueñó sin pedir ayuda ni consejo. Haber tenido que pedir la renuncia del ministro del área específica en medio de una larga crisis sanitaria con más de 51 mil muertos por un incidente tan inmoral como absurdo por lo innecesario (¿qué podría ganar alguien con esto?), es algo realmente incomprensible, como un balazo en el pie. La semana termina coronada con el dato de la caída de 10% del PBI de 2020 y sus consecuencias en el empleo y la pobreza. Por si fuera poco, la condena a Lázaro Báez por lavado de dinero, que implica un delito previo, la procedencia del dinero lavado. Será recordada como una de las peores de este mandato. Fuego amigo y también externo. La oposición no ha tenido que hacer nada en estos golpes que han invitado a romper filas hasta en la gente más leal. Fuego aliado, tiro en el pie, no hay otra forma de describirlo.