Las estadísticas de los días de clase que se dictaron durante el año que termina, demostraron que en sólo dos provincias -Formosa y Chubut- se dieron los 180 días reglamentarios. Esto baja las expectativas para mejorar la educación, necesidad que demanda el país para lograr dos objetivos básicos: la igualdad de oportunidades y el desarrollo sostenible.

En las estadísticas, San Juan figura con 16 días perdidos: 5 por paro de actividades y 11 por prevención de la gripe A.

La igualdad de oportunidades es un principio que hace, además, de punto de partida para generar la política educativa y que tiene como perspectiva la igualdad de capacidades. En tanto que el desarrollo sostenible se aplica al desarrollo socio-económico general, concepto utilizado por primera vez en un informe de la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo de la ONU en 1987.

La educación como camino inicial de la vida tiene mucho que ver con las características de la sociedad. Los contenidos del trabajo "A más educación, menos criminalidad", publicado en los Estados Unidos, pueden aplicarse a los países de Latinoamérica por el crecimiento de la violencia y el delito juvenil.

Como se sabe, EEUU tiene la tasa más alta de criminalidad de los países desarrollados y el estudio cita que de uno cada 10 hombres que no finalizan el colegio secundario, está actualmente en la cárcel. En tanto que entre quienes finalizaron ese ciclo, está preso uno cada 35. Pero de los jóvenes que no terminaron el secundario cayeron en la delincuencia en más de 400 por ciento.

Argentina, en los últimos tiempos carece de estadísticas oficiales, pero el aumento de las conductas delictivas juveniles se conocen por los medios. Es decir, la opinión pública está informada y reclama revertir la situación.

Habrá que hacer estadísticas educativas y corroborar la ausencia escolar para conocimiento de los poderes públicos de cada localidad, ciudad y o región. Lo único que no se debe hacer es sorprenderse sin intentar nada que ayude a corregir este estado de cosas.

Es decir, no mirar hacia otro lado para no ver. Se debe trabajar con un plan orgánico de representantes de distintas organizaciones para superar la situación, lo cual es sinónimo de salvar vidas. Y todos deben colaborar porque se trata del destino común de la sociedad toda y por ello parte de la vida cotidiana.