El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a la izquierda, levanta los brazos con el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, en un encuentro en mayo último.

En las últimas semanas, López Obrador ha intensificado su retórica contra la denuncia formal de Estados Unidos y Canadá de que su gobierno está discriminando a sus empresas privadas de energía, una posible violación del tratado de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá (Usmca). Dijo que el tratado de libre comercio de México con Estados Unidos no puede darse "a costa de nuestra dignidad+ y anunció que responderá a la queja de Estados Unidos en un desfile militar para conmemorar el Día de la Independencia de México el 16 de septiembre. 


Los economistas dicen que la posibilidad de una disputa comercial del T-MEC podría costarle a México entre 10.000 y 30.000 millones de dólares en aranceles y está causando gran ansiedad en los círculos empresariales de las tres naciones. México depende del mercado estadounidense para más del 78% de sus ingresos por exportaciones.


López Obrador orgullosamente anunció recientemente que ha contratado a 500 médicos cubanos para trabajar en México bajo un contrato con el gobierno de Cuba. Los grupos de derechos humanos dicen que el negocio estatal del régimen de exportar médicos equivale a la esclavitud moderna, porque el gobierno cubano se queda con la mayor parte de los salarios extranjeros de los médicos. Sobre su decisión de contratar médicos cubanos, dijo el 23 de julio que "es una instrucción que yo mismo di, sabiendo cuál sería la respuesta de nuestros adversarios, los conservadores+. El 13 de agosto, con motivo del natalicio del fallecido dictador cubano Fidel Castro, el partido de López Obrador, Morena, tuiteó que la "historia, su lucha y resistencia de Castro son hasta el día de hoy sinónimo de dignidad para millones de seres humanos en todo el planeta+

"Se proyecta que el número de pobres en México aumente entre 1,6 millones y 2,5 millones de personas este año, según estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas."

En junio, López Obrador boicoteó la Cumbre de las Américas del presidente Joe Biden en Los Ángeles, luego de decir que no asistiría a la reunión a menos que también fueran invitados Cuba, Venezuela y Nicaragua. Su ausencia fue un duro golpe para la cumbre de Biden, que fue la primera oportunidad del presidente estadounidense para reunirse con la mayoría de los líderes de América latina y el Caribe. México es uno de los pocos países que se abstuvo en una votación reciente de la Organización de los Estados Americanos que condenó a Nicaragua por sus ataques a la Iglesia Católica Romana y la instó a liberar a todos los presos políticos. La resolución fue apoyada por 27 países, incluida Argentina, cuyo gobierno populista de centro-izquierda suele votar junto a México en organismos internacionales. Quizás de manera más ominosa para el futuro de México, López Obrador ha aumentado en los últimos meses sus diatribas verbales contra el Instituto Nacional Electoral, una respetada agencia independiente que supervisa las elecciones de México. Esto está generando temores entre los críticos del gobierno de que López Obrador pueda intentar manipular las elecciones de 2024. Él ha dicho que dejará el cargo al final de su mandato en 2024, pero algunos políticos de la oposición se muestran escépticos. La mayoría cree que sí se hará a un lado, pero solo después de torcer las reglas para asegurarse de que su partido Morena permanezca en el poder. La razón más probable de la radicalización de López Obrador en estos días es que las cosas no van bien en México y le está jugando a su base.