Como se sabe la información sobre la conformación de una Junta porteña llegó a Cuyo el 13 de junio del histórico 1810. Fue el mendocino, comandante Manuel Corvalán, el portador de los datos concernientes a lo acaecido en la capital del Virreinato del Río de la Plata. Dichos informes se conocieron el citado día en Mendoza y después arribaron a San Juan, "sin personero", traídas por el Correo General de Buenos Aires. La circular que llegó solicitaba el reconocimiento al nuevo gobierno y conjuntamente la elección de un representante. "El mismo 17 de junio -dice el profesor Héctor Arias- hubo reunión en la casa de Don Plácido Fernández Maradona, alcalde de 1º voto (...).

"José Ignacio Fernández Maradona era ya un hombre maduro cuando tuvo la insigne tarea de representarnos en aquel primer gobierno. Pasados los años fue designado por un corto periodo gobernador; reemplazando a Mariano Mendizábal".

La misma se prolongó hasta las diez de la noche sin que trascendiera lo tratado". El escenario se complicó cuando llegaron otras ordenes emanadas del gobernador intendente de Córdoba (esta ciudad era la capital de la intendencia a la que pertenecía San Juan) exigiendo acatamiento al Consejo de Regencia, por considerar al nuevo gobierno ilegítimo, razón por la cual los historiadores expresan que, en San Juan, en los primeros días, se observó una especie de "movimiento pendular", con respecto a la decisión a tomar. Luego de un tiempo perentorio se citó a un cabildo abierto, para el 7 de julio. Después del debate el cabildo sanjuanino se pronunció por el nuevo gobierno. Dos días más tarde fue electo diputado "el señor regidor alférez real don José Ignacio Fernández Maradona, por 33 cédulas que salieron a su favor". Poniendo fin en este punto a la crónica de lo sucedido en aquellos días, nos referiremos sucintamente al perfil del mencionado diputado, quien tuvo el mérito de representar a San Juan en la llamada Junta Grande. En relación a él dice el Dr. Horacio Videla: "San Juan se halla en deuda en el reconocimiento público debido a José Ignacio Fernández Maradona...". Expresan los historiadores locales que su lejano origen se remonta a Galicia, sitio de donde llegaron sus padres, don Francisco Fernández de Maradona y doña Francisca Arias de Molina, ambos de ascendencia patricia. José Ignacio vio la luz en nuestra ciudad, e 7 de abril de 1752.

En su juventud tuvo vocación por el sacerdocio, llegando a ser novicio de la Compañía de Jesús, razón por la cual tuvo que abandonar el terruño americano cuando se produjo la expulsión de los jesuitas. El haber pertenecido a esta orden lo convirtió en un hombre versado, especialmente en cultura clásica. Fue confinado con los demás jesuitas en España, pero al llegar a Cádiz logró autorización para retornar a su tierra natal. Nuevamente en San Juan, contrajo matrimonio con doña Paula Echegaray, del matrimonio nacieron varios retoños, uno de ellos, Timoteo, tuvo un brillante desempeño político y eclesiástico en nuestra provincia. Era ya un hombre maduro cuando tuvo la insigne tarea de representarnos en aquel primer gobierno. Pasados los años fue designado por un corto periodo gobernador; reemplazando a Mariano Mendizábal. El 5 de junio 1828, cuando la patria sangraba por las luchas fratricidas, le sorprendió la muerte a este singular hombre, cuyo protagonismo no ha sido valorado totalmente.

Por el Prof. Edmundo Jorge Delgado
Magíster en Historia