Frente a las nuevas circunstancias planteadas para acceder desde una propuesta política hasta alcanzar el poder de gobernar, las promesas vertidas desde diversas plataformas e ideales de sus representantes están colmando las formas en que un ciudadano puede interpretar desde sus propios problemas, como se puede vivir en comunidad de la mejor manera posible. Y allí comienzan los planteos éticos de cuáles, principios y valores, son aquellos que beben prevalecer.
Los Estados ya tienen ejemplos de lo que es una democracia, ahora bien, ¿se puede superar esta forma de gobierno? Creemos que este es el desafió del ciudadano del tercer milenio.

Estamos realizando una experiencia cívica para lograr que una frase exprese la motivación, intención e ideal propio del pueblo, o bien, describa la forma de conducta ciudadana que una persona o grupo de estas pueden alcanzar en una comunidad, cualquiera sea su ocupación o propia condición en calidad de ciudadano. Quizás un simple lema logre institucionalizar el modelo al que aspiramos, el de la "Unión cívica para la justicia social”
Reconocemos varios tipos de democracia, pero aquella en la que pretendemos alcanzar una superación es la que hemos querido denominar, "democracia del bien común”. Creemos que en ella se realizan en plenitud todas las expectativas del ser humano, no solo en su cualidad de persona sino aún mas, en su condición de ciudadano, pues no hay más elevado significativo que aquel que incluye su propia calidad y para la que por su razón de ser ha devenido como partícipe del pueblo mismo.
Las bases que sustentan esta propuesta de experiencia cívica se establecieron a partir del modelo alcanzado y constituido por el mismo ciudadano y del mismo, considerado como preexistente, se construyen los paradigmas que proponemos: "el pueblo es actor de la enseñanza” y "educación comunal”, postulados y publicados el 9/04/11 y el 26/07/15 (fuente, DIARIO DE CUYO, sección Realidad-Opinión).
Entendemos que cuando el pueblo o la comunidad educativa se constituye como actor de la enseñanza, su compromiso ciudadano, moral, ético y político con ella, es tan palpable que deja absolutamente de lado su participación como "mero espectador”; por el contrario, sus vínculos con los conceptos de pueblo, soberanía, nación, trabajo, etc., crean en los educandos un firme sentido de pertenencia e integración fortaleciendo la identidad nacional, mediante la propuesta pedagógica que conlleva una verdadera transferencia educativa en sus resultados.
Así mismo, la familia, el entorno socio comunitario, la producción local, el medio ambiente, el turismo y sus rutas, la geografía de la zona y los atractivos naturales deben ser una política del Estado municipal. De esta forma, la educación tiene que dar a los municipios, respuesta a este nuevo paradigma de educación comunal, propia de la enseñanza parasistemática.
Usted podrá formarse en específicos Centros de Formación Ciudadana, creados para tal fin, por lo que equipos de jóvenes ciudadanos y adultos que actualmente asisten a instituciones educativas diversas, están formando parte desde este 2015 y en proyección al final de la década, para instruirse y educarse en el proyecto que los incluye -en calidad de ciudadanos- en esta práctica cívica.
Vamos a compartir, objetivo primordial de quien promueve el bien común, esta experiencia que constituye una verdadera educación cívica, con todo ciudadano, procurando llegar a cada uno de los municipios, departamentos y rincones de nuestro San Juan, convencidos de que todo ideal debe concretarse, por el bien de todos, por el bien de nuestra comunidad, por el bien de nuestra provincia y de nuestra Nación.