Módulos habitacionales fueron la solución a la falta de viviendas en La Chimbera.

25 de mayo - La Chimbera

La Chimbera es un distrito de 25 de Mayo, que se inició con el esfuerzo de sus habitantes a principios del siglo XX. También se dice que a lo largo de un siglo, el pueblo caía y se levantaba de acuerdo a los vaivenes políticos, económicos y sociales que se le presentaban en el camino. Además, el factor climático también supo jugarle una mala pasada. Sin embargo, su gente, también supo levantarse de la adversidad. La historia que se relata de boca en boca dice que entre 1910 y 1930, muchas personas recibieron la propuesta laboral de ir desde Chimbas al departamento 25 de Mayo, entre otras procedencias, con el fin de trabajar en la agricultura. La paga era buena. A medida que pasaba el tiempo, más familias se asentaban en esos territorios. Es por eso que llegado el fin de semana, cuando los jóvenes terminaban con sus labores, se invitaban para ir a ver a las "chimberas". Así fue que la localidad adoptó ese nombre. Las fiestas familiares eran el puntapié inicial para la continuidad de un pueblo que hasta la actualidad, sabe de sacrificios como de épocas de bonanza. Y, que se renueva para seguir mantenerse de pie. El común denominador de la gran mayoría de su población, de unos 4.000 habitantes, son trabajadores rurales desde hace décadas. Es por eso que saben lo que es ponerle el cuerpo al sol como al frío y al clima extremo. La última vez que un evento meteorológico casi destruyó al pueblo, se registró hace unos 8 años. Las tormentas desencadenaron una inundación inédita que destruyó viviendas y que dejó a decenas de familias sin hogar y sin sus pertenencias. Muchas familias estuvieron un tiempo evacuadas en escuelas y espacios públicos. En ese entonces, tanto el municipio como el Ministerio de Desarrollo Humano actuaron rápidamente. Fue entonces que por primera vez se utilizaron módulos para usarlos como viviendas para solucionar el problema. Con el paso del tiempo, cada vecino pudo ampliar sus casas para poder mejorar su calidad de vida. Pero, además, docentes veinticinqueños, como de otras latitudes de la provincia que trabajaban allí, pusieron en valor la educación y la mirada en recuperar la infancia y los jóvenes del pueblo. Esto, debido, precisamente a que es una población vulnerable por sus historias de vida, vinculadas a los escasos recursos y las posibilidades sociales. Con esta tarea de los distintos organismos estatales sumados a las proyectos docentes, se trabaja en la orientación de las familias en la crianza de los hijos, porque había un desconocimiento sobre este tema, según fuentes municipales y pobladores que prefirieron mantener sus nombres en reserva.


En el pueblo existe un centro de salud, en el cual se puso énfasis en la mejora del servicio y control de la salud poblacional. Ya se está encaminando el que los chicos accedan a estudios, a partir de que también se logró la escuela secundaria en el lugar. Entonces se nota otra visión de comunidad, que con el tiempo se repone de años muy difíciles. La Chimbera fue un lugar que gracias al ferrocarril tuvo su época de gloria, comparado con años posteriores. Esto debido a que el comercio se movía de manera fluida, también el flujo de personas, que hacía que los pobladores pudieran trasladarse de forma cómoda y a bajo costo. Pero, luego del cierre del ramal del Ferrocarril Belgrano en 1990, otra vez hubo que remar contra la corriente. Fue entonces que muchos abandonaron el pueblo y solo quedaron quienes se aferraron a la esperanza de volver a crecer. Esa es la consigna para quienes se arraigaron en La Chimbera.