Las características geográficas y climáticas de San Juan, describen de por sí una zona de aridez, cierta hostilidad y con una importante extensión desértica por lo que las tradicionales cunetas de riego desde antaño, no sólo eran el cauce natural de riego de decenas de kilómetros que surcaban las villas y barrios del Gran San Juan, sino que alimentaban huertas orgánicas o plantaciones de uva, chacras o frutales que en muchos predios vecinales se ubicaban desde la mitad de las construcciones hasta los fondos de las mismas casas.
Sin embargo hoy observamos que más del 50% de ellas han sido impermeabilizadas y que sobre un total del 100% de las trazadas sólo un 20% está en funcionamiento, situación que lleva a realizar una observación directa en la que se ha podido comprobar que la mitad del total de cunetas de áreas urbanas está destruida o presenta serios obstáculos para conducir la poca cantidad de agua que provee de riego a los árboles y otros vastos sectores de espacios verdes y públicos.
Una solución muy precaria se dio al instrumentar la colocación de bombas de agua para extraer el líquido elemento para atender el riego de las plazas, pero en lo que hace al suministro interior de lotes o casa de barrios y villas las pocas producciones verdes o frutales han prácticamente desaparecido y con ellas las costumbres y testimoniales enseñanzas de tener una "plantita” de tomate, lechuga, rabanitos, zapallo e incluso las mismas parras que cultivadas por la familia constituían una enseñanza primaria de agricultura y ejemplo de ahorro para los hijos que miraban cómo el alimento producto de la naturaleza, llegaba a cada mesa de nuestros hogares.
Estamos convencidos que cualquier gestión municipal puede encarar eficaz y ejecutivamente esta situación que nos involucra a todos y que paulatinamente ya ha comprometido la vida de miles de ejemplares arbóreos que han desaparecido, están en vías de quiebre, o secándose por la falta de cunetas y el riego necesario. La situación también es muy delicada en el centro capitalino en la que por largos meses al agua no circula por las acequias.
La cualidad más importante que habría que recuperar es el infiltrado del agua por la misma tierra en las cunetas ya que nutre ecosistemas diversos, o implementar el riego por goteo, un sistema caro pero efectivo para mantener espacios verdes carentes de una eficiente dotación de agua.