Salvador Pérez y Alejo Quevedo arqueros históricos de Colón Junior


En el fútbol todo es opinable. Para Alfredo Di Stéfano el mejor jugador que vió fue Arsenio Erico; para Enrique Macaya Márquez fue Di Stéfano; para César Menotti: "Pelé" saca una leve ventaja; para algunos brasileños "O Mais Grande" fue "Garrincha"; para Michel Platini, el mejor era Johan Cruyff y para muchos argentinos sigue la polémica entre Lionel Messi y Diego Maradona. Lo más sensato es comparar aquellos futbolistas que han sido contemporáneos. Para el fútbol sanjuanino vale el mismo análisis. Allá por mediados de la década de 1960, todos los equipos locales tenían a grandes jugadores y por supuesto el puesto de arquero no escapaba a ello. San Martín tenía a Francisco Velázquez y Riveros; Sportivo a Armando Palacios y Mario Prieto; Atlético de la Juventud a Alberto Rodríguez y José Sergio; Unión a Pablo Irrazábal y Armando Chancay, Independiente a Julio Pérez y Carlos Ramírez, Del Bono a Rosario Ávila y Marquesado a Enrique Farinella. Por su parte Colón Junior cubría su valla con Alejo Quevedo, Campeón Argentino en 1966 con la Selección Sanjuanina en la provincia de Mendoza. Buen portero, especialista en penales. El otro era Juan Salvador Pérez, con un estilo distinto, más vistoso, de voladas espectaculares. El relator deportivo de la época, Carlos W. Meni, decía que Pérez se colgaba del esférico y permanecía suspendido en el aire unos segundos. Se destacó como titular en los planteles del SubCampeón de 1967 y el equipo de Colón que disputó la Copa Argentina de 1970. Así entró en la historia grande del Club Bodeguero junto a goleros como Vicente Petrignani, Salvador Pastor, Pedro Ortiz, Daniel Ruiz, Hugo Alaniz, Luis Guevara, Ángel Frías y José Goria, entre otros.


Entrada la nueva década emigró a Estados Unidos de Norteamérica, precisamente en Nueva York. En esa ciudad, denominada como "la Capital del Mundo", fue donde una vez radicado jugó, nada menos que en el Club Cosmos. Esta entidad tuvo en el empresario Steve Ross del Grupo Warner al impulsor de un equipo tildado como "los galácticos", donde con el tiempo llegarían el brasileño Pelé, el alemán Franz Beckenbauer, el italiano Giorgio Chinaglia, entre otras figuras de la élite del fútbol mundial de esas épocas.


Este 28 de abril, así como tantas veces salvó la valla de "su Colón", está vez no pudo con este nuevo virus, el Covid-19. Fue una víctima más de este artillero implacable y traicionero, que hoy azota a toda la humanidad. No pudo detener ese remate certero que hizo estéril su volada y que en el alargue acabó con su vida. A los 75 años, cuando residía en los Estados Unidos, el hombre nacido en Jáchal, Juan Salvador Pérez, "Toto" para sus íntimos, "Un Loco Lindo" para la tribuna, tuvo su derrota más dolorosa. Queda en la retina de los hinchas su figura custodiando los viejos arcos de postes de madera y redes de alambre. Hasta siempre y recuerde Usted que: "Solo muere quien se olvida".

Un héroe del arco

"El relator deportivo de la época, Carlos W. Meni, decía que Pérez se colgaba del esférico y permanecía suspendido en el aire unos segundos. Se destacó como titular en los planteles del Sub Campeón de 1967 y el equipo de Colón que disputó la Copa Argentina de 1970. Así entró en la historia grande del Club Bodeguero junto a goleros como Vicente Petrignani, Salvador Pastor, Pedro Ortiz, Daniel Ruiz, Hugo Alaniz, Luis Guevara, Ángel Frías y José Goria, entre otros".

Por Sandra Alaniz
Profesora