En época de cosecha, el tránsito vehicular en zonas rurales suma nuevas víctimas a la estadística trágica de accidentes de tránsito que ocurren en nuestra provincia. Las transgresiones a las normas elementales, en cuanto al transporte de personas y sobre el estado de los vehículos, indican que casi todos los hechos serían evitables o por lo menos minimizarlos sin las irreversibles consecuencias que cobran vidas humanas.

La reciente colisión en la zona de Tres Esquinas, Sarmiento, entre un camión y una camioneta que esperaba completar la cuadrilla de cosechadores transportados en la caja de carga, es prueba inequívoca de un acto de irresponsabilidad por parte del conductor de este último vehículo. Es que desde hace más de una década, la reglamentación del transporte de personas en automotores prohibe terminantemente que la gente ocupe los espacios de carga de los camiones o camionetas, de acuerdo al Art. 72, inciso C, apartado 13 del Decreto Provincial 250 que adhiere a Ley de Tránsito 24.449.

Si se hubiese respetado la legislación, seguramente la camioneta involucrada no se hubiera estacionado en la banquina de la ruta 40 en su rutina de buscar a los obreros y ahora no se lamentaría el saldo de un muerto y ocho heridos, uno de gravedad, y el rodado destruido, más allá de la culpabilidad del camionero que se salió de su carril hasta impactarlos.

Esta colisión, que se hubiera evitado acatando la ley, llama a reflexionar acerca de los controles rigurosos que deberían efectuarse por parte de Tránsito en las zonas donde el intenso tránsito de la vendimia da lugar a la presencia de rodados carentes de elementos de seguridad, sin seguros obligatorios, ni personas idóneas para conducirlos.