Hace sólo tres años la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) quiso celebrar el papel que la educación desempeña en la paz y el desarrollo, y proclamó el 24 de enero como Día Internacional de la Educación. En este 2021 el tema a abordar es "Recuperar y revitalizar la educación para la generación Covid-19", y de entrada se expresa que "sin una educación de calidad, inclusiva y equitativa para todos, y de oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida, los países no lograrán alcanzar la igualdad de género ni romper el ciclo de pobreza que deja rezagados a millones de niños, jóvenes y adultos". Los datos en poder de la ONU señalan que en la actualidad "son 262 millones de niños y jóvenes los que siguen sin estar escolarizados, 617 millones de niños y adolescentes no pueden leer ni manejan los rudimentos del cálculo; menos del 40% de las niñas del África Subsahariana completan los estudios de secundaria y unos 4 millones de niños y jóvenes refugiados no pueden asistir a la escuela". Pero, además, venimos de transitar un año 2020 muy intrincado en todo el mundo y la educación ha sido uno de los sectores más afectados durante el confinamiento por el Covid-19. Son millones los niños que no han podido ir a la escuela y nuestro país y San Juan no han sido la excepción. 

"... la educación aumenta la productividad de las personas y, como consecuencia, el potencial de crecimiento económico...".

Sin embargo la política educativa sanjuanina en medio de la citada pandemia fue elogiada por el propio ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, cuando hace pocos días dijo en esta Capital que San Juan "fue la primera provincia que logró su regreso seguro a las aulas y representó un ejemplo para todo nuestro sistema educativo". En presencia del gobernador Sergio Uñac y del ministro local del área, Felipe de los Ríos, Trotta subrayó también que esta experiencia en la tierra de Sarmiento sirvió con creces "para que se empiece a multiplicar también en otras jurisdicciones de nuestro país". 


Y como en el imaginario de los argentinos Domingo Faustino Sarmiento y educación pública es una asociación automática, este Día Internacional no es ajeno a San Juan y al legado sarmientino, como "padre del aula" y principal defensor de la educación pública en la Argentina del siglo XIX que fue el sanjuanino, cuando nuestro país comenzaba a moldearse como tal. No puede desconocerse tampoco que bajo su presidencia (1868-1874) la población escolar se elevó de 30 mil a 110 mil alumnos y la acción de educarse pasó a ser pública, gratuita y común, y valió igual para varones y niñas, toda una innovación para la época. En las sesiones de la ONU en Paris hoy lunes 25 de enero, se pondrá énfasis en analizar cómo recuperar y revitalizar a una generación entera que se vio afectada por el virus y sus obligadas cuarentenas. Hasta ahora, los principales acuerdos firmados entre la ONU y la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) apuntaron a fomentar la educación como un derecho humano; motivar la implementación de una educación basada en la inclusión, y fomentar a la educación como el pilar social de cualquier sociedad establecida. Para los miembros de ambos organismos, "la educación aumenta la productividad de las personas y, como consecuencia, el potencial de crecimiento económico". Además hace que las personas trabajen en lo que les guste y en lo que son buenos, e influye directamente en la felicidad de los individuos; porque una persona realizada es una persona feliz", indica el documento de presentación. Este novedoso encuentro internacional se desarrolla en tres segmentos principales: "héroes educandos; innovaciones y financiación". 

Por Luis Eduardo Meglioli
Periodista