El 12 de octubre los españoles celebran la "Fiesta Nacional de España”, establecida en 1987 con el inicio de un período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos. También se conoció la fecha como el "Día de la Hispanidad” y también como el "Día del Pilar”, en honor a la Virgen del Pilar, patrona de Aragón, y de Zaragoza.

En nuestro país el 12 de octubre, tradicionalmente se conmemoró la llegada de Colón a América, y era conocido como "Día de la Raza”, pero en la actualidad es una fecha destinada a promover la reflexión histórica y el diálogo intercultural acerca de los derechos de los pueblos originarios. En este sentido, en 2010 el Poder Ejecutivo Nacional envió al Congreso un proyecto de ley para modificar el nombre de "Día de la Raza” por "Día de la Diversidad Cultural Americana”.

Recordemos que el 12 de octubre de 1492 provocó un encuentro de culturas completamente diferentes, España con su cultura, religión, e idioma modificó la economía mundial y desató cambios demográficos en toda América. Comenzó el contacto del Viejo y Nuevo Mundo, provocando una verdadera transformación cultural.

El Día de la Diversidad Cultural Americana, busca promover una reflexión permanente acerca de la historia, y encaminar hacia el diálogo para una diversidad cultural. Como así también la promoción de los derechos humanos de nuestros pueblos originarios, como señala la Constitución Nacional sobre la igualdad de las personas, la garantía del respeto a la identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural.

La Constitución consagra el derecho a la igualdad en sus artículos 16¦ y 75¦, inciso 23; mientras que el 75¦, inciso 17 reconoce la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas y el inciso 22 otorga jerarquía constitucional a los tratados internacionales de derechos humanos en cuanto al principio de igualdad y no discriminación.

Sería valioso también, reconocer la identidad de los pueblos originarios. En San Juan se ha hablado mucho acerca de la extinción de los Huarpes. Si bien es cierto que muchos de ellos fueron llevados para trabajar en las minas de Chile, las mujeres quedaron con sus niños. Y dando cumplimiento a uno de los objetivos fijados por la Corona de España, los pobladores de la región fueron bautizados, y adquirían un nuevo nombre y tomaban como apellido el de su encomendero. Sólo mantenían su apellido, el cacique y su descendencia. De ahí que los "indios” adoptaran nombres de personajes bíblicos, del santoral, y de la Virgen.

Los nativos adquirieron una nueva identidad con nombres que no respondían a su cultura y religión, pero la transmisión genética indudablemente es un hecho y se ha mantenido a lo largo del tiempo. Se suma otra realidad, el mestizaje, la unión de indios con españoles, que permitió una herencia genética, que no puede ponerse en duda.

(*) Filología Hispánica.