Una pedagogía igualitaria en un mundo de desigualdades, no puede sino tener efectos desiguales. Y cuando hablamos de igualdad o equidad educativa queremos decir que no sólo se trata de dar lo mismo a todos, sino de dar a cada uno lo que necesita.
Una de las políticas educativas acordadas para la Educación Primaria, siempre entendida dentro de un sistema educativo que se inicia como primer escalón en el Nivel Inicial y que se continúa en otros niveles, es mejorar las trayectorias escolares en los distintos niveles del sistema otorgándole un lugar de privilegio a la "Alfabetización Inicial" para el primer ciclo. Una educación más justa y la responsabilidad de asegurar los principios de igualdad e inclusión educativas, mediante acciones que permitan alcanzar resultados equivalentes en el aprendizaje de todos los niños, independientemente de su situación social.
La alfabetización es universalmente reconocida como un derecho humano y en consecuencia es obligación de los estados garantizarla. La escuela nace íntimamente ligada a la idea de que todos tienen que aprender a leer y escribir: hoy este desafío llega también a los que tienen distintas culturas, a los que recorrieron nivel inicial y los que no, a los que viven en contextos más y menos favorables. "La alfabetización es una responsabilidad social".
Considerar primero y segundo grado como una unidad, facilita organizar el tiempo de enseñanza de los aprendizajes complejos de manera acorde a las necesidades y a la calidad exigida en los mismos.
Todos los alumnos no aprenden lo mismo al mismo tiempo. Si hay algo común en todos los grupos es la diversidad de conocimientos y como bien sabemos, no es fácil para la institución escolar trabajar con las diferencias. Enseñar exige entonces, conducir la trayectoria intelectual de la clase en su conjunto sin perder de vista la trayectoria de cada sujeto singular. Pone en foco las prácticas de enseñanza partiendo de la idea de que todos los chicos pueden aprender, es el reconocimiento de la igualdad de oportunidades y de la confianza pedagógica, se amplía el tiempo educativo por sobre el calendario escolar para dar lugar al proceso educativo.
La unidad pedagógica está basada en la concepción actual de la alfabetización, que es mucho más que enseñar a leer y escribir, ligada a sus propósitos sociales y personales para lograr que los chicos le atribuyan sentido a su aprendizaje.
Enseñar no significa mucho si los chicos no aprenden.
Da continuidad a los procesos de aprendizaje de la lectura y la escritura de los chicos y a la planificación eje de los procesos de enseñanza, del proyecto alfabetizador del maestro y de la escuela.
Rompe con la linealidad y la fragmentación reconsiderando los mismos contenidos en diferentes oportunidades y desde diferentes perspectivas.
Implica cambiar la mirada de la imposibilidad del alumno a aprender, a poner el acento en la responsabilidad del maestro que tiene que planificar y desarollar estrategias didácticas diferenciadas dentro del aula en función del grupo, la institución y la comunidad en la que se inserta.
Todo cambio apunta siempre a la mejora, a la superación; es imprescindible tomarlo con responsabilidad, con compromiso colectivo de cada uno de los actores.
Es la unidad pedagógica una herramienta sumamente útil para alcanzar los nuevos lineamientos propuestos en las políticas educativas actuales.
Silvana Siller, Docente.