Una escuela exitosa mejora en forma permanente y confía en que todos sus alumnos pueden aprender.


Investigaciones educativas y varias experiencias a nivel nacional e internacional, ponen énfasis en que la clave para elevar la calidad de la educación, no está en la mejoría de los insumos educativos (programas, libros, contenidos) sino en la capacidad de organización de las escuelas y en el empeño que muestran para orientar responsablemente sus tareas con el propósito de que todos los alumnos aprendan. Si los docentes, supervisores, alumnos y padres forman una auténtica comunidad escolar, esta tendrá la capacidad de identificar sus necesidades, problemas y metas realizables, orientadas hacia la mayoría de la calidad del servicio educativo. Dejará de ser así el último eslabón de la cadena burocrática, para convertirse en la célula básica del sistema educativo. "Es necesario una escuela que abra al mundo, a lo diverso a la complejidad, que vaya más allá de las preferencias y gustos de los alumnos. Una escuela que convoque a nuevos desafíos culturales e intelectuales" (Los artesanos de la enseñanza, Andrea Alliad" - Pierda Libre: Libros) Tomemos un ejemplo de un país que ocupa el primer lugar en las pruebas internacionales de la calidad educativa "Singapur", bueno en educación, sanidad y transparencia política. Tiene un sistema educativo centralizado, los maestros que ingresan a la carrera docente son aquellos que tienen mejores promedios. Se les da tiempo para profundizar sus conocimientos y preparar sus clases. Rotan cada 6 años en distintas escuelas de la misma zona.

Trabajan en equipo, crecen juntos, trabajan juntos e investigan juntos. Los colaboradores más potentes son los padres. 


Conocemos que los rasgos de esta nueva era, es el saber científico tecnológico. Son claras las tendencias que indican que ingresamos en la era del conocimiento. Es el más importante, porque es propio del ser humano, ya que sólo él conoce y aprende. "Un mismo conocimiento, puede ser utilizado por muchas personas y su producción exige productividad, libertad de circulación intercambio, críticas constructivas. Con el auge de las tecnologías no significa dejar atrás lo llamado antiguo. Son otras herramientas. Hoy la realidad nos dice que el alumno debe saber escribir, leer, comprender aquello que lee y las cuatro operaciones fundamentales. Lo relativo a tiempo y espacio como es Ciencias Sociales y Ciencias Naturales. Ningún alumno podrá amigarse con las tecnologías si no domina lectura y escritura.

Es prioritario partir de los conocimientos previos. Ya lo decía Guillermo Etcheverry en su obra "La tragedia Educativa", todo es falta de interés de las políticas educativas padres, docentes, sociedad toda. Es prioritario considerar que el alumno aprende a través del vínculo y los afectos. Eso no sucede hoy.

Hay docentes que no conocen a sus alumnos. Sin vínculos no hay aprendizaje. Debe considerarse como importante para tener alumnos bilingües escuelas de "jornada extendida+ y en ese crédito horario incluir áreas como idiomas, deporte y teatro. 


En la provincia de Buenos Aires lo tienen, según recientes declaraciones. San Juan, no tendrá esa estructura, no hay recursos humanos, infraestructura, ni partidas desde Nación destinada para ello. Una escuela exitosa es aquella que mejora en forma permanente, que confía en que todos sus alumnos pueden aprender. Una escuela que se responsabiliza de los aprendizajes de los alumnos y sus docentes estudian, actualizan y se autoevalúan. Cabe consignar que debe incluirse como la mayor fortaleza a los padres. "Familia-escuela'' es una pareja indisoluble.