Más atento a su relación y comunicación con los españoles que a las inquietudes de la nobleza española y las actividades protocolares, Felipe de Borbón y Grecia, rey de España desde el 19 de junio de 2014 cuando fue proclamado ante el Congreso tras la abdicación de su padre, Juan Carlos I, ostenta la jefatura del Estado y el mando supremo de las Fuerzas Armadas, como lo determina la Constitución de 1978. Lo conocí por actos protocolares desde que iba a la escuela secundaria y su comportamiento estuvo siempre marcado a fuego por la educación que impartía su madre, la reina Sofía. Por eso se ha llegado a decir que tiene menos de Borbón (dinastía a la que pertenece la corona de España) que cualquiera de los reyes que le han antecedido, sobre todo su padre y su bisabuelo, Alfonso XIII.

Felipe de Borbón y Grecia, rey de España, lleva una vida familiar y austera.

Con más de 3 años de reinado, auditadas las cuentas anuales de la Casa Real, muestran una gestión austera, ya que "viaja menos que su padre, gasta menos en protocolo y dedica menos dinero a salarios en la jefatura del Estado", según informes publicados. Felipe VI da mucha importancia a la presencia de su familia en Twitter y Facebook, habiendo modernizado su página web, respecto de la que se utilizaba en la gestión de su padre. Preparado intelectualmente en universidades españolas, del resto de Europa y norteamericanas como ningún rey europeo de los actuales y sin antecedentes entre los monarcas españoles, sus reuniones con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, tienen un nivel de diálogo superior al que pudo mantener su padre con los ex presidentes Suárez, Calvo Sotelo, González o Aznar. Sin embargo, su desafió apenas jurar fue muy complejo porque la imagen de la monarquía española venía en caída, precisamente por la actuación de Juan Carlos en el campo privado y sentimental. El anterior matrimonio real no convivía como en tiempos de soltería del propio Felipe y de las infantas Elena y Cristina, mayores que el entonces príncipe heredero. Las idas y venidas sobre las relaciones extraconyugales del padre de Felipe, algunas de las cuales venían desde muy lejos, afectaron considerablemente la permanencia de la corona. Hoy la imagen familiar de Felipe VI y su esposa, la experiodista internacional Letizia Ortiz, recibe el reconocimiento frecuente del público español especialmente cuando están acompañados de sus hijas Leonor de Borbón y Sofía de Borbón. Así, de distintas maneras y desde todos los rincones de la península ibérica, se manifiesta en estos días las ganas de celebrar los 50 años del rey.


En ocasión de viajar junto a otros tres periodistas españoles con Felipe, entonces príncipe heredero en un avión militar entre Madrid y Santiago Chile, el actual rey respondió a nuestras preguntas asegurando que cuando le llegara la hora de reinar "deberé ganarme el lugar, porque nada está asegurado". Y así ha sido, si bien nunca imaginó que la alta consideración lograda por su padre en los momentos más difíciles tras la dictadura franquista, iban a caer por cuestiones más domésticas. Por otra parte, si bien su vida sentimental no dio dolores de cabeza a su madre, sí provocó que cuando oficiosamente de novio con Isabel Sartorius, hija de un marqués español y de una argentina, Sofía calificó de "inconveniente" llegar al matrimonio. Tuvo al menos dos flirteos más y hasta "se intentó preparar" una candidata para él desde la Casa Real.


El actual matrimonio con Letizia tampoco fue del gusto de la madre, pero ésta vez, "prevaleció el amor", según el mismo lo ha admitido, aunque nunca reconoció discusiones con su dura madre. Hoy, con 50 años reciente cumplidos, es uno de los reyes más jóvenes de las monarquías parlamentarias europeas y su futuro parece seguro.