Si a mediados de este mes los principales líderes políticos de España no logran ponerse de acuerdo, todo indica que hacia finales de marzo o principios de abril los españoles tendrán que ir nuevamente a las urnas.

Los resultados de las pasadas elecciones generales celebradas el domingo 20 de diciembre, determinaron que ninguna fuerza obtuviera la mayoría absoluta de diputados, que le permita formar gobierno propio. El actual presidente, Mariano Rajoy, del Partido Popular (PP) obtuvo 123 diputados (la mayoría absoluta es de 176) por lo que tendría que llegar a un acuerdo con las demás fuerzas opositoras representadas por Pablo Iglesias (‘Podemos’ -extrema izquierda- 69 diputados); Pedro Sánchez (PSOE -Socialista- 90 diputados) y Albert Rivera (‘Ciudadanos’ -centro derecha- 40 diputados), si es que pretende encabezar el gobierno español.

A pesar de los resultados, en España todos consideran que el que perdió las elecciones fue Rajoy, lo que ha llevado a que la mayoría de los medios de comunicación dijeran que la situación está marcando el fin del bipartidismo que había gobernado durante más de tres décadas.

La situación que se plantea ahora es que el voto está tan fragmentado que será muy difícil que cualquiera de los cuatro candidatos pueda formar gobierno. La gravedad que implica el estado de las cosas, es que actualmente el país es ingobernable y son pocas las garantías de que una nueva compulsa solucione el problema.

Habrá que esperar cuál es la salida que le encuentran Rajoy, Iglesias, Sánchez y Rivera a esta encrucijada electoral que por primera vez ha dejado al desnudo una situación que en España se venía gestando desde hace tiempo.