La conectividad entre las provincias de Santa Cruz y Tierra del Fuego, anticipada por la presidenta de la Nación la semana pasada, se formalizó con la creación del "Fondo Fiduciario del Cruce Marítimo del Sur", destinado a financiar las obras de infraestructura del esperado enlace del transporte de pasajeros y cargas por territorio argentino.
Esta obra, estimada en mil millones de pesos, según el sistema de financiación, evitará el obligado tránsito por suelo chileno, donde existe el único transbordo marítimo y carretero para llegar a Río Grande y Ushuaia, luego de cumplir con los requisitos aduaneros en el vecino país, lo que ocasiona demoras como en todo trámite fronterizo.
La necesidad de hacer más ágil el de por si complejo enlace del continente con la isla de Tierra del Fuego, será superado una vez que se establezca el cruce argentino entre las dos provincias en un trayecto de 240 kilómetros, que se completará en menos de cuatro horas. Y lo más trascendente, no habrá más dependencia extranjera para asegurar la soberanía de nuestro país en el extremo austral.
Este proyecto de infraestructura básica marítima y carretera responde a una ley sancionada en noviembre de 2012, por la cual se creó un fideicomiso para financiar la conectividad interprovincial. La obra se pondrá en marcha mediante la firma de un convenio macro entre las provincias de Santa Cruz, Tierra del Fuego y el Ministerio de Economía de la Nación, según lo informó el ministro Axel Kicillof. No obstante, el decreto de necesidad y urgencia 1423/15, publicado el martes pasado con la firma de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y los miembros del Gabinete nacional, deberá tratarse en el Congreso para darle marco legal, lo que se descuenta por la trascendencia de la obra que se enmarca en una deuda histórica con los fueguinos.
Si bien el proyecto final no está terminado, la idea consiste en la construcción de pontones flotantes que permitan la operación de embarcaciones rápidas (buques portarodantes), de frecuencia diaria, para el transporte de pasajeros, automóviles y camiones. De esta forma, se evitará que para ir a Tierra del Fuego, y viceversa, un automovilista deba pasar por cuatro puestos fronterizos en Chile, como sucede actualmente.
Lo importante: el cruce desde el puerto de Punta Loyola (a 20 kilómetros de Río Gallegos), con el de Caleta La Misión, a 12 kilómetros de Río Grande, logrará la efectiva integración física del territorio continental argentino.
