La adolescencia es considerada una de las etapas más difíciles y fundamentales en la conformación de la personalidad del ser humano. Para comprenderla hay que conocer específicamente sus características principales, entre las que se destaca el hecho de que no es sólo una preparación para la madurez, sino que es maduración genital junto a procesos psicológicos de identificación. En esta etapa se irán estableciendo de manera algo confusa al principio y más estructurada después, la "personalidad" ese proceso de individualización tan necesario en la vida.

El niño entra a la adolescencia con dificultades, conflictos, incertidumbres, que se magnifican en este momento vital, para salir luego a la madurez estabilizada con determinado carácter y personalidad adulta.

El adolescente sufre un proceso de duelo con respecto al cuerpo infantil perdido. Se va formando un "autoconcepto", el "yo", se va desarrollando a medida que el sujeto va cambiando y se va integrando, va asimilando todos los valores que constituye el ambiente social. Va formando este sentimiento de identidad como "autoconocimiento".

El problema clave de la identidad consiste en la capacidad del yo, de mantener la "mismicidad" y la continuidad frente a un destino cambiante. En la búsqueda de la "identidad" el adolescente recurre a situaciones que se presentan como más favorables en el momento. Una es la uniformidad, ocurre aquí el proceso de "doble identificación masiva" en donde todos se identifican con cada uno. "Identidad negativa", basada en identificaciones con figuras negativas pero reales, es preferible ser alguien perverso, indeseable, a no ser nada. Esto constituye una de las bases del problema de las pandillas de delincuentes, los grupos homosexuales, los adictos a las drogas, etc.

El adolescente destaca la posibilidad de la disconformidad con la personalidad adquirida y el deseo de lograr otra por medio de la identificación proyectiva. Puede ocurrir aquí la "identidad con el agresor" en la cual el adolescente adopta las características de personalidad de quienes han actuado agresiva y persecutoriamente con él.

También existe el problema en el adolescente de "seudo identidad" (falsa identidad) que ocultan la identidad verdadera.

La "identidad transitoria" son las adaptadas en un cierto período, como por ejemplo el machismo o el varón o la precoz seducción en la niña.

También debido a los cambios en "su cuerpo" despiertan en el adolescente sentimientos de extrañeza e insatisfacción, esto constituye a crear ese sentimiento de "despersonalización".