La educación por competencias ha surgido en todo el mundo con gran fuerza desde el siglo pasado.
Tiene palabras claves como: educación por competencias, evaluación por competencias, currículo basado en competencias, aprendizaje en competencias. Este enfoque posibilita una serie de elementos para gestionar la calidad de la formación.
Es indudable que los individuos necesitan un amplio rango de competencias, a fin de encarar los desafíos del mundo globalizado de hoy. La escuela del siglo XXI, debe transitar de un modelo pedagógico centrado en la figura del maestro, hacia la posibilidad de que el alumno desarrolle una constelación de competencias tanto cognitivas como sociales con las que haga frente de forma efectiva a los diversos problemas actuales y futuros caracterizados por ser abiertos, no estructurados. Las competencias se aprenden, se construye en el tiempo, no son algo dado, innato y estable. Tampoco son un patrimonio exclusivo de la escuela, hay algunas que atañen a otros agentes e instituciones sociales. Sabemos que no existen competencias sin conocimiento porque los saberes son esenciales. Una actuación completa incluye conocimientos, habilidades, actitudes y valores. Es decir, hacer una lectura correcta del contexto, porque las competencias siempre ocurren en un contexto determinado y en él, se puede desarrollar y potenciar. Así planteada la evaluación por competencias, debe prever qué, cómo, cuándo, quién, para qué, por qué, qué y qué hacer con los resultados.
"Es necesario, transitar de una evaluación del aprendizaje a una evaluación para el aprendizaje, buscando mantener un equilibrio.”
Es necesario, transitar de una evaluación del aprendizaje a una evaluación para el aprendizaje, buscando mantener un equilibrio.
"Se trata de una evaluación formativa, centrada en procesos, considerando la complejidad del aprendizaje y por lo tanto, prevé distintos contenidos y empleando técnicas, e instrumentos, proyectos, resolución de problema, estudio de casos, ensayos, presentaciones orales, entre otros. Así como diversas modalidades de evaluación, autoevaluación y heteroevaluación (evaluar a otra persona)".
Será continua, integral y humana, amigable. Reconocerá y confiará en la capacidad del alumno, aprenderá y además le comunicará esta confianza en la vida cotidiana. Es esencial que se integre en la evaluación a los alumnos, docentes, familia e institución desde el planeamiento institucional. Conocemos que en San Juan se está trabajando docentes y alumnos en capacidades y competencias. En este marco dado por competencias, el método por proyectos, es importante. Entre otras razones, por las perspectivas transdisciplinar desde la que hoy, se organizan y problematizan los saberes científicos, dentro de una sociedad que se mueve entre lo global y local. Ellos pueden llevarse a cabo en la escuela, o fuera de ella, y estar vinculados al desarrollo de algún tipo de práctica.
En este caso el alumno se encuentra inserto en un proyecto profesional que es red. Se trata entonces de tener en cuenta lo que sucede fuera de la escuela y que va más allá de los contenidos establecidos en el currículo formal.
"Es ubicarse en escenarios diferentes, proyectar conocimientos y mostrar en consecuencia el grado de competencia maneras de mirar los aprendizajes formulando juicio crítico en base a evidencias al final de los mismos” (Miguel Santos Alvarez).