Cultivo de cannabis.

La noticia dada a conocer días atrás dejó muchas preocupaciones flotando : "Capitales canadienses adquirieron tierras en San Juan para el cultivo de cannabis para uso medicinal, con el beneplácito del Gobierno provincial''. Esto abre muchos interrogantes y nos permite conjeturar: ¿Quiénes y cómo garantizarán que sólo sea para esos fines? ¿Cómo se vigilará su cumplimiento?. Entonces vale presumir, si los canadienses pueden cultivar cannabis en la provincia, ¿cualquiera tendrá el mismo derecho? Hilando un poco más fino, tememos que San Juan está en camino de transformarse en un polo productor de estupefacientes, con el antecedente que recordamos sobre la compra en Calingasta de 7.500 hectáreas por parte del cartel de Juárez, cuyos fines quedaron en la nebulosa. Debemos estar alertas por el bien de nuestros niños y jóvenes. Obviamente, no se puede poner en tela de juicio los propósitos enunciados por quienes alientan el emprendimiento, en cuanto dicen que se apuntará a objetivos médicos. Pero tampoco olvidamos que el tejido social en nuestro país está roto en un buen porcentaje de su trama. En este punto, vale estimar que los versos de Discépolo cuando escribió "Cambalache'', nunca como hoy adquieren tanta significación ante los apremios que sufre nuestra producción, con la consecuente falta de inversiones genuinas, que lleva a la Argentina a un estado desesperado de su economía. El "todo vale'' no debe tomarse tan a la ligera, porque en estas cuestiones económicas también están en juego nuestros valores morales esenciales, que han sido preservados mediante singulares esfuerzos y, por ello, es válido ser más cuidadosos. Las inversiones sean bienvenidas, pero no a cualquier precio. De ahí que cabe a las autoridades pertinentes de las áreas específicas de gobierno, analizar cuidadosamente el tema que se menciona en esta nota, para que no tengamos que lamentar consecuencias no queridas. Es bueno encender alguna luz roja en el horizonte y en esto no es admisible ser distraídos y mirar para otro lado. Nadie desconoce el tremendo poder económico que el narcotráfico ha adquirido en el mundo, de modo pues, que antes de hacer anuncios rimbombantes, primero es conveniente sopesar las implicancias de propiciar iniciativas no respaldadas con un fino estudio previo.

Por Horacio Belisario Videla
Periodista