La globalización, que permite el tránsito de personas desde apartados rincones de la tierra, facilita la importación de enfermedades desconocidas que producen estragos por el imprevisto. Es lo que ocurrió en el tratamiento de diversas patologías, como ahora con la "fiebre chikunguña”, de síntomas parecidos al dengue al ser transmitido por el mismo mosquito vector, el Aedes Aegypti.
La declaración de epidemia en Puerto Rico, la semana pasada, la confirmación de los dos primeros casos no importados en la Florida, Estados Unidos, y la rápida propagación en el Caribe y en América del Sur, lanzaron un estado de alerta de la Organización Mundial de la Salud (OMS), al considerar la gravedad de los casos que ya causaron más de 20 muertos y cuantiosos infectados, instando a los gobiernos a afrontar las amenazas con enfoque social muy amplio.
La fiebre chikunguña es enfermedad de origen africano, más precisamente de Tanzania, en donde se reportaron los primeros casos con síntomas muy parecidos en principio al dengue, a partir de ser transmitido por el mismo mosquito vector, lo que sorprendió en los tratamientos iniciales hasta la ubicación exacta de este nuevo microorganismo. El problema más preocupante radica en el contagio, a partir de los casos autóctonos, es decir aquellos que no provienen de picaduras a personas que viajaron a las zonas endémicas sino de la reproducción doméstica del agente transmisor.
Otra consecuencia de la rápida expansión es la presencia de la enfermedad en las islas caribeñas más requeridas por el turismo internacional, según la OMS, que dio el ejemplo del contagio de una familia de Bolivia, a la que se le detectó la fiebre la semana pasada al arribar a su país procedente de Punta Cana. A la ve se conoció de que el país sudamericano más afectado es Venezuela según los datos más recientes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), tras un relevamiento de muertes y afectados en todas las islas del Caribe, donde se centra ahora la propagación con 350.580 sospechosos en todo el continente a partir de diciembre último.
Como lo viene indicando el mapa de las organizaciones sanitarias, la inminencia de la fiebre chikunguña es una amenaza latente y las autoridades deben actuar de inmediato.
