Al anunciarse la FNS 2020, el sol destelló más que nunca. No sólo prestaba su nombre a la fiesta sino todo su brillo y poder...


Las sucesivas temáticas abordadas en nuestra fiesta central desde su definitiva recuperación, han sido personajes, leyendas, pueblos originarios, producción agrícola local y aniversarios importantes, como cuatro bicentenarios, el de la Patria, la Independencia, el Cruce de los Andes y el del nacimiento de Domingo F. Sarmiento. Contenidos atractivos, costumbristas y pintorescos, junto a una mayor promoción fuera de la provincia, y en cada ocasión destacando la calidad de la elaboración, guión y puesta en escena, más allá de que a algunos críticos les haya gustado más o menos. El sol aparecía cada tanto en esos escenarios, pero no en primer plano. Cuando la ministra de Turismo y Cultura, Claudia Grinszpan, anunció que junto a la "resiliencia" de los sanjuaninos, en la que se venía trabajando para la fiesta final 2020, se instalaba como protagonista el fenómeno del eclipse que vivimos a pleno este año, y por tanto con el astro en el centro de todo, enarboló decididamente nuestro emblema mayor. Ese anuncio oficial llegó con la palabra "Evolución". ¡Fuerte, desafiante mensaje! Y más si hurgamos en los sinónimos del término, que también puede leerse como transformación, desarrollo, crecimiento, progreso... Así de auspiciosa aparece la propuesta que continua con la frase "San Juan es huella viva de la evolución", porque, dice, "nuestro cielo regala acontecimientos astronómicos únicos, como el eclipse total de sol. Nuestra tierra guarda verdaderos tesoros. Los fósiles revelan el fantástico mundo de los dinosaurios. La evolución marca nuestra historia. Habitamos el desierto. Logramos caminar entre montañas. Y ante la catástrofe, renacimos". Puro San Juan.


En una charla con este periodista, Grinszpan se mostró convencida del descontado éxito que será no sólo la programación sino el golpe final que todos esperan cada año en el escenario mayor donde quedará sellada la identidad de la celebración. No hay que olvidar que Félix Coluccio, el mayor estudioso del folclore, publicó junto a Juan Martín en su "Fiestas y celebraciones de la República Argentina", que "todos los sectores de la patria saben que ahora en San Juan quedó instituida la Fiesta Nacional del Sol (...) (Inti), el dios cósmico de los Andes". Además, vale también subrayar que nuestra Fiesta contiene desde hace tiempo ingredientes exigibles para que la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, las Ciencia y la Cultura) la incluya entre los fenómenos culturales del patrimonio inmaterial de un pueblo. Más allá de que para los sanjuaninos, además de una celebración en sí, su preparación durante unos seis meses, también produce un valioso impacto económico en términos cuantitativos. Y su proyección en los 19 departamentos es también fundamental, a través de una representante, ahora embajadora, y del valioso certamen "Revelaciones en Música y Danza".


El esfuerzo enorme de todos estos años, merece como respuesta no sólo la incesante proyección nacional del evento, sino también la aceptación del público tanto local como de fuera de nuestras fronteras a través de los que llegan a visitarnos en esos días como quienes siguen el espectáculo final por la Televisión Pública. Es ni más ni menos que una euforia ancestral que arraigó entre nosotros.


Por Luis Eduardo Meglioli
Periodista.