Las fiestas navideñas en tierra latinoamericana se pueden caracterizar por su ritualidad, ceremonialidad festiva y por su profunda piedad religiosa. Llegado el mes de diciembre comienzan gradualmente los preparativos, que en la mayoría de los casos, se relaciona con una fiesta patronal local. Los actos festivos se recrean más allá de la liturgia formal, de acuerdo a las pautas de la cultura originaria. Son múltiples los aspectos de esta solemnidad, que se presentan en nuestro vasto continente.


El grandioso suceso del Nacimiento del Mesías, relatado y predicado por las distintas órdenes religiosas en el Nuevo Mundo, originó un sinnúmero de festividades, evocaciones, y representaciones iconográficas, con sus distintivos aspectos. Se dice que los sucesos de la Natividad impactaron intensamente en el alma de los naturales, a tal punto que en algunos casos tomaron esta historia como propia. Como muestra de lo expuesto, podemos hacer referencia a la festividad del "Niño Isinche", realizada en la provincia de Cotopaxi, en Ecuador. Esta imagen surgió durante la colonia, y de acuerdo a la tradición, su figura crece unos milímetros cada año. La fiesta se realiza el 24 de diciembre y consiste en una pomposa procesión, encabezada por la efigie del Niño Dios, engalanada con vistosas ropas originales de la comunidad. Un aspecto llamativo de este festejo, son los negros del "rey mozo", con las caras pintadas de hollín y las ropas de tela espejo.

Navidad. Festividad del


Otro ejemplo es la llamada "danza de los pastores", realizada en Catacaos, Perú. Consiste en los bailes que un grupo variable de 25 niños le dedican a Jesús. Los pequeños bailan alegremente, guiados por un anciano, que representa al padre de los pastores. Este conjunto de danzantes lleva su propio conjunto musical, formado por arpas, guitarras y violines. Homenaje muy similar es el festejado, por algunos grupos bolivianos, situados casi en el límite de nuestro país. La fiesta es conocida popularmente como la "danza de las cintas". Félix Coluccio expresa que el trenzado y destrenzado de estas cintas se hace cantando alegres villancicos.


Y si observamos nuestra religiosidad, nos asombraremos por la cantidad de festejos y formación de típicos pesebres, que aún subsisten desde la época colonial. Una representación muy propia es la realizada en Santiago del Estero, llamada la "fiesta de San Esteban Chico". La celebración transcurre entre el 20 y 26 de diciembre, pudiendo prolongarse hasta la Festividad de los Reyes Magos. Es un festejo muy llamativo, que está asociado al sufrimiento del protomártir cristiano, mezclado con ritos y tradiciones navideñas de los pobladores.