La propuesta formativa que concluye con la promoción de los futuros equipos de servicios como lo son los docentes en el sistema educativo, los asistentes de la salud y los agentes o fuerzas de seguridad y protección al ciudadano, en todas las esferas vinculadas al cuidado del habitante, hoy más que nunca necesitan de un refuerzo evaluativo que de mayor manejo y dominio en función mientras desarrollan sus actividades profesionales. Trabajar para cumplir en todos los campos donde se requiera a los mismos, significa cubrir integralmente las necesidades de cada habitante en situación. Existen situaciones límites donde se definen cuestiones de educación, la vida misma y el resguardo de la persona. Por lo que la sola formación, capacitación y perfeccionamiento no completa el perfil requerido de quienes enfrentan desafíos en los que se definen cuestiones trascendentales de la existencia y su valor simultáneo. Para ello, el área de Recursos Humanos de cada repartición o división, debe proponer un refuerzo evaluativo que no se alcanza tan sólo con prácticas, maniobras de destreza o respuestas racionales convincentes inherentes a la conducta humana.


El ser humano formado y apto que se encuentra en los equipos de servicios no debe sufrir los impactos que desprestigien su actuación profesional cuando el mismo Estado es garante de su idoneidad. Para ello el concurso de acciones oportunas que evalúen su competencia debe tener el rango de perfeccionamiento y no debe ser una carga en servicio que desacredite su profesión. Una propuesta colaborativa para lograr esta meta, proviene de la Pedagogía preventiva, la que contempla no sólo las cualidades humanas sino también las aptitudes en servicio. Es muy engorroso observar como quienes están en servicio: docentes, asistentes de la salud y personal de la seguridad, tienen que pasar por situaciones difíciles, que más allá de ser merituadas, algunas, provocan o cuestionan la preparación y capacidad cuando las mismas pueden ser complementadas con refuerzos evaluativos que den garantías acabadas en la toma de decisiones, de situaciones cada vez más comprometidas que cada uno de estos debe enfrentar y resolver. Para ello proponemos un curso de post evaluación profesional, con estudios de casos y legislación oportuna referida a cada problemática. No sólo los protocolos establecidos en cada área bastan sino la certificación de la calificación que amerite su accionar regularmente y que por ello no comprometa su ocupación o situación laboral. Las que podemos denominas "prácticas de ajuste" deben planificarse con suficiente criterio desde lo legal hacia la realidad misma para que los resultados sean óptimos. Es posible que al respecto se puedan aportar líneas de acción pedagógica y creo que debe ser al menos desde mi perspectiva un aporte y no una carga onerosa que los ciudadanos debemos al Estado volver en agradecimiento por nuestra formación. Desde ya nuestra propuesta al servicio de la comunidad sea tomada en cuenta para realizar el mencionado programa de refuerzo evaluativo y se tomen así mismo en aprobación los aportes que provengan de todos los Centros correspondientes, por el bien de nuestras familias y ciudadanos como vecinos de nuestras comunidades refieran. 

Por Mario Daniel Correa D'Amico
Profesor, filósofo y pedagogo. Profesional de la Educación con doctorado y especialización en el área.