Según datos de la Policía de San Juan, el corriente año se encamina a marcar un récord en accidentes de tránsito, con 87 muertes registradas hasta este mes. De ese total, más del 50% corresponde a conductores de motos, lo que enciende una luz de alerta sobre las condiciones de seguridad que ofrecen esos rodados, especialmente cuando son conducidos con imprudencia e impericia.
El aumento del parque automotor, las calles y rutas que no ofrecen las mejores condiciones, junto a la inconsciencia que demuestran algunos automovilistas, son los principales ingredientes de la inseguridad vial. Para tener una idea de la forma en que se ha agravado la situación, el año pasado para esta misma fecha se habían registrado 70 muertos en accidentes viales, con una notable menor incidencia de los motociclistas y en todo 2010 los muertos en accidentes de tránsito sumaron 113.
El de las motos es un tema aparte, ya que a medida que se incrementa su número, por las facilidades existentes para adquirir estos rodados peligrosos en manos inexpertas. En tanto la Policía de Tránsito se limita a efectuar operativos que consisten en controlar documentación del rodado y la utilización del casco, sin medir el comportamiento de los motociclistas en la vía pública.
Si bien las autoridades aseguran que se están llevando a cabo programas de educación vial y ejerciendo un permanente control en toda la provincia, es evidente que algo no está funcionando efectivamente y que habrá que ajustar los sistemas para desalentar la imprudencia que a diario observamos en las calles, muchas veces agravada por otros factores, como el alcoholismo y la falta de horas de sueño, que son desencadenantes de tragedias lamentables.