El "Diario de Juárez”, ubicado la localidad más violenta de México, Ciudad de Juárez, mostró toda su frustración en un editorial, publicado el domingo pasado, en el que critica ampliamente al gobierno por no hacer nada por el asesinato de dos periodistas de su plantel, uno de ellos acribillado la semana pasada, a la vez que solicita una tregua a los narcotraficantes.

Le sucede al diario lo que nos pasa a todas las organizaciones de defensa de la libertad de prensa, como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que después de luchar en contra de los asesinatos de periodistas cometidos por el crimen organizado nos vemos frustrados y nos sentimos fracasados, por no lograr que las autoridades alcancen resultados esperados y se haga justicia.

La frustración del Diario de Juárez no es solo contra del gobierno, sino también contra los narcotraficantes y los distintos cárteles que compiten por territorios, preguntándoles que "’nos expliquen qué es lo que quieren de nosotros, qué es lo que pretenden que publiquemos o dejemos de publicar, para saber a qué atenernos”. Y les reclama: "Ustedes son, en estos momentos, las autoridades de facto en esta ciudad, porque los mandos instituidos legalmente no han podido hacer nada para impedir que nuestros compañeros sigan cayendo, a pesar de que reiteradamente se los hemos exigido”.

El periódico plantea que "ya no queremos más muertos. Ya no queremos más heridos ni tampoco más intimidaciones. Es imposible ejercer nuestra función en estas condiciones. Indíquenos, por tanto, qué esperan de nosotros como medio”. "Esta no es una rendición. Como tampoco significa que claudicamos al trabajo que hemos venido desarrollando. Se trata de una tregua para con quienes han impuesto la fuerza de su ley en esta ciudad, con tal de que respeten la vida de quienes nos dedicamos al oficio de informar”.

Representantes del Diario de Juárez y de otros medios del interior del país, participarán mañana jueves en un foro que hemos organizado para discutir las respuestas que debería adoptar el gobierno para proteger y brindar seguridad a los periodistas y los medios de comunicación. Previamente, este miércoles, las delegaciones se reunirán con el presidente de México, Felipe Calderón y miembros de su gabinete para tratar la grave situación. México es el país más peligroso del continente para ejercer el periodismo. Este año han sido asesinados 9 periodistas y 8 de 11 secuestrados permanecen desaparecidos.

Por otra parte, un grupo de periodistas de investigación de América latina, reunidos en el 8vo. Foro de Austin sobre Periodismo de las Américas, organizado por el Knight Center en la Universidad de Texas en Austin, EEUU, declaró su más enérgico repudio por los asesinatos de periodistas y ataques a los medios, desatados por los cárteles en México, desde hace años, en medio de la negligencia del Estado.

En toda la región la libertad de expresión y el derecho de los ciudadanos a estar informados corren serio peligro, según lo expuesto por los participantes, que decidieron denunciar desde distintos medios, la impunidad con la que operan las bandas delictivas e insistir ante organismos internacionales, los gobiernos de la región, en particular el mexicano, para que asuman la responsabilidad de garantizar dos derechos mínimos consignados en sus constituciones: el derecho a la vida y a la información.

"MÉXICO es el país más peligroso en las Américas para ejercer el periodismo. Este año han sido asesinados nueve periodistas, mientras que 8 de 11 secuestrados permanecen desaparecidos.”