Uno de los temas que serán abordados en la próxima reunión del G20, a realizarse en nuestro país entre el 30 de noviembre y 1 de diciembre del corriente año, es el del futuro del trabajo y para ello ya se han realizado numerosas reuniones previas con la participación de funcionarios y expertos en Educación y Empleo.


Hasta ahora, uno de los aspectos que más atención está acaparando es el vinculado a tomar las medidas preventivas para asegurar que los cambios tecnológicos no generen exclusión. Figura como una de las tres prioridades definidas por la presidencia argentina del G20 - 2018, al haber sido considerado como uno de los grandes temas que precisan de un debate serio, con el objeto de prevenir las consecuencia que el avance de la tecnología tendrá en el futuro en el aspecto laboral.


Hace unas semanas un grupo de trabajo integrado por representantes de las áreas de Educación y Empleo de los países miembros del G20, integrado por Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Indonesia, Italia, Japón, México, República de Corea, Rusia, Arabia Saudita, Sudáfrica, Turquía, el Reino Unido, los Estados Unidos y la Unión Europea (UE), se reunieron en Ginebra, Suiza estuvieron analizando diversos aspectos vinculados al tema, que generan preocupación y motivan a tomar medidas para atenuar o contrarrestar los efectos que puedan producirse.


Es la primera vez, en la historia del G20 que se ha realizado Este foro de discusión que ha servido de reunión preparatoria y como antesala de la reunión conjunta de ministros de Educación y de Empleo a realizarse en el mes de septiembre próximo.


Entre los aspectos sobre los que se ha trabajado figuran las tendencias, desafíos y oportunidades para el desarrollo de sistemas de habilidades para la vida y el trabajo.


El objetivo de todo esta trabajo previo, según se desprende de la visión de la presidencia argentina, es asegurar que la adopción de los cambios tecnológicos no genere exclusión, desintegración social o reacciones adversas. Al mismo tiempo, proveer respuestas de política en forma coordinada contribuirá a prevenir brechas excesivas en la adopción de tecnología entre países y una creciente desigualdad entre ellos.


En este escenario, construir y fomentar políticas de educación y empleo estrechamente conectadas es necesario para unir los mundos de la educación y del trabajo. El puente puede conducir a un mayor y mejor acceso a empleos, en la medida que se desarrollen políticas para mejorar las habilidades basadas en las demandas de las empresas, en diferentes sectores económicos e industrias.


Durante el encuentro en Suiza se abordó el tema de las habilidades para la vida y el trabajo, y la inclusión, entre otros, además de presentaciones por parte de la UNESCO, la Organización Internacional del Trabajo, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos, y los grupos de afinidad L20, B20, W20 e Y20, vinculadas a lo que se considera la verdadera dimensión del trabajo en el futuro.


Respecto del G20 cabe recordar que nació en 1999 como una reunión técnica de ministros de Finanzas y presidentes de Bancos Centrales. En plena crisis económica de 2008, se convirtió en lo que es hoy: un espacio clave de discusión y toma de decisiones en el que participan los máximos líderes mundiales y las principales economías. En conjunto, sus miembros representan el 85% del producto bruto global, dos tercios de la población mundial y el 75% del comercio internacional. De ahí la importancia que en este ámbito se analicen temas como el del futuro del trabajo y los efectos que los avances tecnológicos tendrán en este rubro de vital importancia para todo el mundo.