La situación energética que padece nuestro país es grave por la gran dependencia externa, que obliga a importar hidrocarburos a valores internacionales con una creciente erogación de divisas. El cuadro se ha tornado preocupante desde la pérdida del autoabastecimiento, a partir de los primeros años de esta década por las impericias políticas, pero ahora se busca revertir la crisis con medidas ajustadas a una planificación con metas ciertas.
El problema más crítico es el del gas natural, por la mayor demanda doméstica domiciliaria, industrial y comercial. La estrategia para llegar al autosuficiencia energética está siendo impulsada por los gobiernos de la Nación conjuntamente con las provincias productoras, a las que se asociado empresas petroleras multinacionales, mediante cuantiosas inversiones que incluyen a la producción de bienes e insumos para la explotación de los nuevos yacimientos no convencionales que requieren la incorporación de tecnología de avanzada. Es el caso de Tenaris, la empresa subsidiaria del grupo Techint, dedicada a la fabricación de tubos de acero para perforaciones, que ha invertido 330 millones de dólares en su planta de Campana para atender el despliegue que demandará la explotación de recursos no convencionales como Vaca Muerta. Además instalará otra fábrica en Neuquén.
De todas maneras los plazos fijados por la Secretaría de Energía para revertir la curva de importación son demasiado optimistas. Según Daniel Cameron, en 2017 la balanza comercial estaría equilibrada y a fines de 2021 el país estaría en condiciones de autoabastecerse. Sin embargo, quienes hacen un pronóstico más realista, como el presidente de la cámara que agrupa a las petroleras, Néstor Vicente, también presidente del Club de Petróleo, sostienen que probablemente la Argentina deba seguir importando combustibles en los próximos 10 años por la elevada demanda interna, debido a la complejidad que plantean las características y las previsibilidades hidrocarburíferas, más si se ingresa en la innovadora explotación del shale gas.
Esta opinión está lejos de los vaticinios del ministro de Planificación, Julio De Vido, que en una reunión con gobernadores de provincias productoras les informó que el país regresará al autoabastecimiento energético en los próximos cuatro años.