Entre los cambios estructurales anunciados por el Gobierno, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) pasó a depender directamente del ministro de Economía, Amado Boudou, dejando la órbita de la Secretaría de Política Económica.
El cambio incluye la creación de dos consejos asesores "ad honorem" para revisar la actual metodología de análisis del ente y el estricto cumplimiento de las leyes del secreto estadístico y de ética pública. El decreto 927 crea el Consejo Académico de Evaluación y Seguimiento, integrado por representantes de por lo menos tres universidades públicas nacionales y un Consejo de Observación Económico y Social, con la participación de los sectores primario, secundario, comercial y de servicios, como así también representantes de los trabajadores, usuarios y consumidores.
La duda que surge es si el nuevo esquema contribuirá a devolver la confianza en las inverosímiles estadísticas oficiales. No basta afirmar, como lo hizo la Presidenta, cuando señaló que el trabajo de los dos consejos no dejará dudas de la transparencia de los índices, y que ella no será nunca una presidenta de "borrón y cuenta nueva", sino de "cuentas claras". Lo cierto es que podría haber dado mayor credibilidad al INDEC desde hace mucho tiempo si no hubiera permitido que ese organismo dejara de faltar a la verdad.
De este modo las cuentas claras se hubieran reflejado en índices reales y no en meros dibujos de una ciencia que está llamada a ser "exacta", sin depender de los arbitrios y estados de ánimo de Guillermo Moreno y de quienes lo respaldaron en su cargo.
Tampoco se ha dicho ni una sola palabra referida a la convocatoria a concursos públicos de méritos y antecedentes para recomponer el politizado staff técnico del organismo, donde la gravitación de Guillermo Moreno ha evidente. De hecho, el nuevo jefe del INDEC, Norberto Itzcovich, es quien días atrás había sentenciado que "hay Moreno para rato", y aunque cobró notoriedad con esas declaraciones de fidelidad a su jefe virtual, otro rasgo que caracterizó a Itzcovich fue su cerrada defensa de las estadísticas del INDEC y sus públicos cuestionamientos a quienes las criticaban desde el punto de vista técnico.
Probablemente Guillermo Moreno deje el centro de la escena, aunque eso no signifique que su presencia habrá de desaparecer. En cuanto a los Consejos académico y de observación, serán positivos si lo conforman con fuentes independientes e imparciales.
