De un tiempo a esta parte, el avance de las comunicaciones, especialmente a través de Internet, está haciendo posible la implementación de campañas globales, a través de oficinas virtuales que buscan los más diversos objetivos bajo la carátula de promover el bienestar social y buscar el bien común.

Hace unos días en Madrid, España, se realizó el lanzamiento de la plataforma "CitizenGo”, que funciona como una organización cívico mundial en el ámbito del activismo político en Internet, sin perseguir fines de lucro. Este espacio pretende sumar millones de miembros activos para influir internacionalmente en los gobiernos, instituciones y organizaciones mediante la participación de los ciudadanos u organizaciones que estén en defensa de los valores innegociables de la vida, la familia y la libertad.

Los promotores de la iniciativa sostienen que con la plataforma digital de "CitizenGo” se pueden dirigir peticiones a las autoridades locales, nacionales o mundiales, políticas o económicas, y encontrar ciudadanos de todo el mundo para compartir el ideal de una sociedad mejor y lograr que los valores que se comparten sean los principios con los que se tomen las decisiones. "Queremos potenciar la participación ciudadana para que cada vez más ciudadanos puedan hacer oír su voz en defensa de la familia, de la vida, de la libertad religiosa y de educación”, sostienen.

De esta misma forma hay otras organizaciones que llevan adelante similares objetivos, en diversos aspectos y defendiendo distintas banderas específicas como la defensa del medio ambiente, la oposición al aborto o el control de las armas de guerra, a través de campañas mundiales que se ven favorecidas por el desarrollo alcanzado por la web. Organizaciones No Gubernamentales (ONG) como "Amnistía Internacional” o "Change.org” son algunas plataformas de peticiones que se han convertido en factores de poder que inciden ante los gobiernos de distintos países, en base a la gran cantidad de miembros activos que en su gran mayoría se contactan a través de la red.

Estos movimientos están consiguiendo una manifiesta gravitación en distintos ámbitos políticos y administrativos, en distintos países, y seguirán avanzando en la medida que las instituciones no logren atender planteos o necesidades de sus respectivas comunidades, obligándolas a tener que recurrir a estos organismos virtuales para hacer los reclamos correspondientes.