Si la elección primaria fuese hoy habría serios problemas en Compromiso Federal, el bloque de "figuras" políticas que armó Roberto Basualdo. La diferencia en las encuestas entre Enrique Conti y Mauricio Ibarra es tan delgada, que nadie se anima a dar como ganador a ninguno: menos de un punto porcentual le lleva el capitalino al rawsino, según un sondeo que el titular del IOPPS, Antonio De Tommaso, divulgó ayer en Radio Sarmiento. Igual no todo está dicho: el mismo estudio dice que Eduardo Cáceres viene escalando posiciones con llamativa rapidez. Puede ser un coletazo de la visita de Mauricio Macri de hace una semana, puede ser la brutal campaña de propaganda estática que el abogado está realizando, o puede ser una mezcla de ambas cuestiones, lo cierto es que se les está arrimando y con peligro. ¿Quién pierde con esa "arremetida" de Cáceres? Enrique Conti, sin dudas. El letrado penalista apunta al mismo electorado que el exintendente de la Ciudad de San Juan. Si Cáceres crece, es obvio que lo está haciendo a costa de Conti. Es decir, sin quererlo, Cáceres se ha convertido en una herramienta para ganar la elección interna "basualdista". Volviendo a los números del IOPPS y a los fines de la oposición y del oficialismo, ¿es lo mismo que gane Conti o que lo haga Ibarra? No, definitivamente. Si el primero se lleva la interna, lo que estará en peligro es el bloquismo. Y, es probable, será el nacimiento de una segunda fuerza de oposición, compitiendo, de seguro, con el propio Roberto Basualdo que lo vio nacer. Si Ibarra gana, seguirá dependiendo de Basualdo ya que el rawsino no tiene ni recursos ni estructura como para superar al senador en nada, y deberá seguir bajo el ala del empresario. Dos realidades muy distintas que abren escenarios muy diferentes y que pueden empezar a jugar en los últimos 15 días de campaña.

A los números: según el sondeo del Instituto de Opinión Pública y Proyectos Sociales que desnudó ayer en LV5 su titular, Antonio De Tommaso, Enrique Conti acarrea el 8,5% de los votos, frente al 7,6 de Mauricio Ibarra; es decir, menos de un punto de diferencia. Les sigue Eduardo Cáceres con el 5,5% y de ahí para abajo el resto: Fabián Martín llega casi al 3,5%; y César Jofré que de casualidad se arrima al 2% de intención de voto. Toda la oposición -basualdistas y otros- junta el 37% de voluntades. Y el oficialismo llega al 57,58%. Décimas más o décimas menos, todavía hay un número importante de indecisos, según el sondeo terminado este fin de semana. Se estima que el basualdista que gane la interna llegará a la general con un piso del 9 o el 10% de intención de voto, número que no es para nada despreciable. Para alcanzar una banca necesitaría unos 5 o 6 puntos más, siempre dependiendo de que el oficialismo no siga creciendo, cuestión que, aparentemente, no ocurrirá. Para sumar esos puntitos será clave, porque hasta ahora no lo ha sido, la participación de Roberto Basualdo, el opositor mejor posicionado. Todos los candidatos de esa interna saben que una vez terminada el resto desaparecerá en el camino a octubre y que dependerán del apoyo del empresario para sumar los puntos que resten para conseguir la banca en la contienda general de fines de este año. Basualdo ha salido a caminar con todos al menos una vez, pero no les ha sumado casi nada, estiman por lo bajo. "Ni los votos nos dio", se quejó uno de ellos en estrictísimo off.

¿Es lo mismo si gana Conti o Ibarra? Veamos: a Basualdo varios ya le dijeron que si Conti vence, lo hará también con los votos del bloquismo, lo que será un verdadero problema. "Conti tiene mucho voto bloquista", dijo ayer De Tommaso, reafirmando esa teoría. Si bien el partido de la estrella viene de definir su apoyo a la conducción de Graciela Caselles para otro acuerdo con el PJ, cada vez son más los popes partidarios que alzan su voz por abandonar ese acuerdo. Si Conti se hace de una banca, le dará al sector que no quiere seguir con el PJ por primera vez en su historia algo de estructura partidaria y demostrará puertas para adentro que no hace falta acordar con el PJ para llegar. Graciela Caselles tendrá muchos más problemas para mantener la tropa unida. El drama para Basualdo será el nacimiento de un bloquismo que puede competirle el trono de opositor, algo que no le conviene, por supuesto. Para el PJ será un daño menor, pero será de atender: Gioja tiene atado un acuerdo con el bloquismo, pero el de Caselles, no el de Conti. Si el exintendente gana, ese acuerdo con el tiempo puede correr serio riesgo. Si bien el PB no aporta sustancialmente, será el fin de un castillo que el Gobernador construyó ladrillo por ladrillo. En resumen: hay un final abierto para un premio que es demasiado importante. Y para colmo de males, por raras mañas electorales, en manos de Eduardo Cáceres, un tercero que a cada paso provoca sismos políticos en dirigentes tradicionales de San Juan.