Una procesión para honrar la fe de un pueblo

El fenómeno religioso marcó a fuego la época del nacimiento de los pueblos en toda la geografía sanjuanina, pero Iglesia tiene más que bien ganado su nombre, porque sin superar los 10.000 habitantes, el departamento cordillerano tiene un registro más que especial, y es que en 16 de sus distritos, tiene fiestas patronales católicas vinculadas con la Virgen del Andacollo como máximo exponente.


Mes a mes, distrito por distrito, paraje por paraje, los iglesianos hacen culto del nombre toponímico que nació justamente de su vocación religiosa. Dicen que Iglesia como nombre nació de la exaltación de un pequeño templo ubicado al Sur de lo que fue la gran estancia que le dio origen. Pero con los años, los iglesianos se ocuparon de sostener y agrandar ese distintivo. En este octubre, Las Flores tomó la posta para darle lugar a los festejos de Nuestra Señora del Rosario. También El Arenal se anota con la devoción a la Virgen del Rosario. Más adelante vendrá Villa Iglesia con la Inmaculada Concepción y luego, El Llano con su fiesta de la Virgen del Valle y más tarde la del Niño Jesús. Y así, la lista de festejos de va dibujando por todo el mapa. Bella Vista con la festividad de Nuestra Señora de La Paz. Y así sigue el listado. Rodeo, la cabecera, tiene en cada agosto la gran celebración de Santo Domingo de Guzmán, mientras que Colola vive su fiesta de Santa Lucía con total entusiasmo. Más al Norte, pueblitos como Colangüil y su fiesta de San Isidro que es más que singular, pegadito a la Buena Esperanza que rinde tributo a San José Obrero. Angualasto, con el Cacique como cabecera, honra a la Virgen de Andacollo. Tudcum, al pie de los emprendimientos mineros y sus dulces artesanales, tiene su fiesta de San Roque, mientras que en Achango, la Virgen del Carmen custodia los restos de los fundadores de Las Flores como don Juan Pascual Poblete y doña Dominga Godoy. En el mismo Pismanta, se recuerda a la Virgen de Andacollo con procesión y todo. Y hay más. Zonda en cada junio, así nieve, saca en procesión a San Antonio, y cerquita, casi pegadito, Campanario no se olvida de San Isidro Labrador. Y hasta el Tambillo, famoso por el último eclipse, en cada septiembre honra a Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás. Es Iglesia y es por algo. Un pueblo unido por la devoción que en cada rinconcito de su mapa, se mantiene viva.


Por Luis Ariel Poblete
Periodista