El ministro de Relaciones Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, cumple una visita de diez días a Brasil, Argentina, Perú y Colombia; la primera gira latinoamericana de un canciller israelí en los últimos 23 años. Y se prevé el viaje del primer ministro Benjamin Netanyahu a Brasil, Argentina y tal vez a un tercer país, en noviembre próximo.
Desde Buenos Aires, Dorit Shavit, directora de relaciones latinoamericanas del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, me dijo que la visita de Lieberman busca fortalecer las relaciones de Israel en la región y contrarrestar la creciente influencia de Irán. "Desde 2005, cuando fue electo Ahmadinejad, Irán abrió embajadas en Nicaragua y Ecuador, ha enviado más diplomáticos a Chile y Uruguay y abrirá embajadas en Perú y en Panamá", según Shavit.
¿Y por qué Israel está tan preocupado por eso?, pregunté: "Primero, porque el presidente de Irán amenaza con borrar a Israel del mapa. Lo dijo varias veces, y es inaceptable porque se trata de dos estados miembros de la ONU. No es una amenaza hipotética, porque no sólo están desarrollando un programa nuclear, sino que también misiles con un alcance de 2000 kilómetros que pueden llegar a las ciudades israelíes", señaló Shavit. "En segundo lugar -agregó-, Irán es el principal patrocinador de organizaciones terroristas como Hezbolá, Hamas y la Jihad islámica. Les da entrenamiento, ayuda financiera y alberga a algunos de sus líderes".
Sobre la responsabilidad de Hezbollá -apoyada por Irán- en los ataques de 1992 a la embajada israelí en Argentina y en 1994 a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), que dejó 84 muertos, Shavit indicó que Irán tiene fuertes conexiones con células de Hezbolá en la región. Dijo que operan desde la triple frontera -Paraguay, Argentina y Brasil-, la isla Margarita en Venezuela, la península de la Guajira en Colombia, y México, sin precisar el lugar. "Ellos (Hezbolá) recaudan dinero y lo envían al Líbano. Dicen que es para ayudar a las familias afectadas por el conflicto en Medio Oriente, pero estamos seguros de que al menos parte de ese dinero se destina a comprar armas", agregó.
Mi opinión: La visita de Lieberman obedece a razones diplomáticas y de política interna. Lieberman, un halcón que en el gobierno de coalición representa a los colonos israelíes en territorios ocupados, es una figura polémica. Según el periódico Haaretz, ha sido marginado de las relaciones israelíes con Washington, que conducen directamente Netanyahu y el ministro de Defensa Ehud Barak. Y se lo mantiene a distancia de toda relación con el mundo árabe, a cargo del presidente Shimon Peres.
Pero también la creciente presencia iraní en Latinoamérica obedece a motivos diplomáticos y de política doméstica. Ahmadinejad, que según la oposición acaba de robar las elecciones presidenciales, se aisló internacionalmente por su negativa a cumplir los tratados nucleares, y necesita que en su país lo vean por televisión siendo recibido por jefes de Estado, por más lejos que estén sus países.
Habría sido mejor que la visita a América latina la hubiese encabezado Peres, quien podría representar mucho mejor la imagen de Israel, la única democracia verdadera en Medio Oriente, y un país líder en tecnología (la mayor inversión en investigación y desarrollo per cápita, y tercero en patentes registradas per cápita). No obstante, es bueno que Israel eleve su perfil en América latina y no le deje la cancha libre al régimen teocrático racista de Irán.