Más de 300 industrias del país, incluyendo las caleras sanjuaninas, no reciben gas natural por las restricciones invernales, que también afectan al sector automotor. La anunciada crisis del gas se hizo presente antes de los pronósticos, no obstante las importaciones del fluido que este año superarán a los 10.000 millones de pesos. Actualmente Argentina recibe más de siete millones de metros cúbicos de gas provenientes de Bolivia y otros 18 millones mediante los buques regasificadores (traen gas licuado que al llegar a puerto es reconvertido en gas natural) que descargan en Bahía Blanca y en Escobar.
Se estima que esas operaciones en 2011 sumarán más de U$S 2600 millones, entre tres y cuatro veces el monto total importado el año pasado. Pero como el precio del gas que Bolivia le vende a la Argentina sufrió un fuerte aumento, se avizora un panorama para los próximos años más preocupante, para lo cual el Gobierno nacional ha puesto en marcha diversos planes para elevar el volumen importado a más de 70 millones de m3 por día.
Por una parte, está previsto que en los próximos diez años Bolivia envíe un volumen creciente de gas hasta alcanzar los 27,7 millones de metros cúbicos diarios en 2021 y, por otro lado, se ha firmado un convenio con Qatar para importar gas natural licuado por 16 millones de m3 por día durante 20 años, un acuerdo que ha sido duramente criticado porque se hizo en forma directa, sin una licitación internacional, teniendo en cuenta la magnitud de la compra y la duración del contrato.
La realidad señala que nuestro país ha pasado de ser exportador del fluido a tener una dependencia cada vez más creciente del gas importado por las imprevisiones de las políticas energéticas.