Estamos viviendo momentos decisivos, los hechos recientes así lo confirman. La crisis sanitaria a la que nos enfrentamos ha cambiado todo nuestro entorno, causando un impacto, tanto social como económico, que tendrá consecuencias difíciles de predecir. Sin embargo, es el momento de afrontar esos cambios y prepararnos para las tareas que se avecinan.


Esta crisis no sólo nos ha confirmado que la forma en que usamos la tecnología va a cambiar de manera permanente, sino que también la transformación digital de la economía sucederá a un ritmo acelerado, dando paso a una sociedad hiperconectada.


¿En qué se manifiesta esta aceleración? Conceptos como las ciudades inteligentes, la educación a distancia, la atención médica a distancia y el teletrabajo podían sonar como cosas del futuro, pero ahora, más que nunca, esas palabras se han convertido en parte de nuestra vida cotidiana. De ahí que hablo de la transformación digital basándome en las 5 Ds, o los cinco vectores de transformación: la descentralización de la población, la distribución del entretenimiento, la desubicación del trabajo, la educación y la salud, la deslocalización de la cadena de suministro y la decarbonización de la economía. Se esperaba que el desarrollo de estos vectores tomará años, pero, por el contrario, esta crisis está haciendo que cada uno de ellos se esté desarrollando rápidamente.


* Descentralización de la población: Producto de esta crisis, los gobiernos han tenido que asumir y acelerar la implementación de servicios digitales, como el e-government y las ventanillas virtuales para poder ayudar a sus ciudadanos en determinadas situaciones.


* La distribución de entretenimiento: Con la mayoría de las ligas profesionales de fútbol, y todos los eventos deportivos cancelados, las plataformas de eSports han llenado ese hueco. La forma de entretenernos ha cambiado de forma permanente, consumimos grandes cantidades de video streaming, participamos en juegos multi-player y asistimos a conciertos virtuales.


* Desubicación del trabajo, educación y salud: Una situación sanitaria tan crítica como esta nos ha obligado a adaptarnos a nuevas formas de trabajar, estudiar e ir al médico.


* Deslocalización de la cadena de suministros: Empezamos a ver como las fábricas digitalmente avanzadas (las llamadas Smart Factories) están adoptando la automatización de procesos para reducir el número de personas que trabajan. La dependencia mundial que teníamos con la Supply Chain de China está cambiando, y estamos viendo que muchas compañías buscan otras alternativas para tener centros de manufactura en otros países.


* Descarbonización de la economía: Las redes de telecomunicaciones y los grandes centros de datos consumen cantidades ingentes de electricidad, al punto de que tienen una huella de carbono superior a la industria del transporte aéreo. Vamos a ver cómo se recurre al uso de energías renovables y la optimización de los recursos.


Esta aceleración de la transformación digital representa un reto fundamental para las infraestructuras de misión crítica como los data centers (centro de datos) o el edge computing (computación en el borde), el reto principal en los próximos meses y el próximo año estará enfocado en la velocidad, la escalabilidad y la complejidad, tanto en el core (centros de datos más grandes) como en el edge (infraestructura periférica). Para hacerle frente a nuestra actual situación económica será imprescindible que la economía acelere su transformación hacia un mundo digital e hiperconectado.

Por Fernando García 
VP y gerente General de Latinoamérica en Vertiv