Concluidas las prioridades sociales y de servicio que han ejecutado los municipios en las últimas gestiones de gobierno, es importante que se vuelquen los nuevos proyectos en obras de infraestructura básica, porque de ellos depende en la mayoría de los casos la eficiencia productiva y la competitividad económica. Por ello resulta alentador el anuncio del intendente de Calingasta, Robert Garcés, de llevar adelante una defensa vital contra las crecidas de temporada del Río de Los Patos, en la zona de Barreal.

El plan para construir una costanera de 5 kilómetros de longitud en la zona costera más vulnerable, que viene ocasionando grandes daños por los desbordes de temporada, es una deuda histórica de sucesivos gobiernos comunales y provinciales con el pueblo barrealino. Según el intendente, la obra tendría un costo de alrededor de 40 millones de pesos, pero como la defensa y murallón incluye una calle costanera, se abre otra posibilidad turística y de comunicación que se suman a los atractivos de Barreal.

La defensa indicada es tan importante como el extenso puente que reemplazó a la vieja pasarela de Sorocayense, de principios del siglo XX, que durante décadas condicionó el tránsito vehicular en esa zona calingastina. Y ese paso tiene tanto valor estratégico porque se vincula con el Corredor Andino, que enlaza la villa mendocina de Uspallata con nuestros valles cordilleranos y el nexo con el Paso de Agua Negra. Debe tenerse en cuenta la trascendencia de estas obras de infraestructura por el crecimiento económico y turístico de Calingasta, sin olvidar la respuesta que se ha dado recientemente a las mayores necesidades energéticas del departamento.