La globalización de las comunicaciones y la utilización de sus aplicaciones en la vida diaria, hace prácticamente imposible que una persona activa pueda aislarse de los sistemas y las redes que conforman el universo de Internet. Como en todos los avances de la humanidad, esta herramienta no está exenta de manipulación delictiva, por lo que el usuario debe tomar conciencia del riesgo que corren sus datos personales, o de terceros, volcados a un medio que está lejos de ser privado.
Actualmente hay más de 2.000 millones de personas conectadas a Internet y, de acuerdo al colosal avance de la conectividad se pronostica que para el año 2020 habrá 50.000 millones de dispositivos conectados, a un promedio de siete por usuario. El hecho de que esto se logre mediante una sorprendente tecnología en permanente crecimiento, gracias a la inventiva y la inversión privada, hace que los encuadramientos normativos no sigan el impresionante ritmo de avance y se produzcan vacíos legales aun cuando Internet no está regulada y sólo existen limitaciones y censuras en países con gobiernos totalitarios.
No obstante la libertad existente para Internet en Occidente, los expertos en seguridad informática, letrados y especialistas en protección de datos personales están empeñados en alertar a los usuarios de manera de tomar conciencia sobre los resguardos que se deben tomar para evitar ser víctima de la delincuencia informática, si obtiene datos personales.
En la política de privacidad de la web, Argentina sólo mantiene relación con las empresas que poseen sus servidores en el país, a las que se les puede solicitar la eliminación de perfiles falsos o contenidos conflictivos, como fotos o videos íntimos que se suben impunemente, o información maliciosa. No ocurre igual con las filiales de las multinacionales proveedoras, casi todas centralizadas en los Estados Unidos, donde los delitos informáticos quedan sujetos a las leyes estadounidenses.
Los desbordes de la red fueron temas de la VII Jornada de Derecho y Delitos Informáticos, celebrada el viernes pasado en la Capital Federal, donde se alertó a los usuarios que toda imagen y dato sirve a la manipulación de terceros. El espionaje de EEUU a políticos y personalidades es parte del avasallamiento que transgrede desde la intimidad a la soberanía de un país.