Esta semana el Gobierno provincial
envió a la Legislatura un proyecto
de ley por el que pretende obligar
a las empresas mineras a gastar el 75%
de su facturación en proveedores locales. Iniciativa que levantó polvareda en
el ambiente empresario y despertó opiniones, a favor y en contra. El aspecto
político de la iniciativa suena razonable en esta coyuntura: si hay poco, que
ese poco quede acá, dicen los "pro compre local". Del otro lado del mostrador
están quienes piensan que el proyecto
no es adecuado porque implica cambiarle las reglas de juego -otra vez- a las
compañías. En el Gobierno olfatearon
esa postura pero decidieron seguir adelante convencidos de que no se pueden
quedar quietos viendo cómo se desarma
el entramado minero que llevó a San
Juan adonde está. No pueden hacer mucho tampoco, ya que el sector está mal y
no por decisión de la provincia, por
tanto, las soluciones no quedan cerca de
Paula y Libertador. Además, es algo que
el mismísimo José Luis Gioja ya venía
trabajando, dicen. Es discutible la
forma: ¿a quiénes se consideran proveedores mineros sanjuaninos? ¿A una sucursal de YPF que se levanta por estos
días en Albardón? Difícil. ¿A la subsidiaria de Caterpillar? Ni loco. Entonces, ¿a quién le comprarán Barrick, Yamana
o Troy Resources, por ejemplo, un camión fuera de ruta que cuesta la friolera
de 5 millones de dólares? Es complicado,
porque no hay empresario local con la
suficiente capacidad para proveer a las
mineras de cientos de elementos que
San Juan no es todavía capaz de producir. Cuando se les pregunta esto a los
funcionarios, dicen que todo eso quedará resuelto en la reglamentación de la
norma ya que resulta obvio que los insumos que no se encuentran en la pro-
vincia, no pueden comprarse acá y seguro quedarán fuera del alcance de la
ley. Es buena la respuesta, pero entonces
habrá que redefinir el rótulo "proveedores locales", porque nadie creerá por
más que YPF o Caterpillar tengan oficinas en San Juan, que esas organizaciones nacieron con esfuerzo y capital sanjuaninos, características que, se intuye,
deberían tener los considerados proveedores locales. Si esa excepción ocurre,
estaremos hablando dentro de poco de
letra muerta, ya que con esa excusa las
empresas estarán exceptuadas de comprar lo que no hay acá y, en definitiva,
contratarán lo mismo que hoy están
contratando, es decir, los montos más
chicos. A pesar de eso, si la ley sirve
para proteger a un proveedor local con
10 empleados, está bien que se haga, al
menos a ojos de este cronista. En esta coyuntura, diez empleados es muchísimo.
Y volviendo a las implicancias políticas:
para Sergio Uñac, el vicegobernador a
cargo del Ejecutivo, es toda una jugada:
está diciéndole a las empresas que no les
teme, paso vital para entrar en cualquier negociación. Como el escenario
ha cambiado, hay otro carácter del Gobierno frente a las compañías, eso se
nota. Uñac, más allá del respeto a Gioja,
tiene que gobernar. Hay detractores y
hay aplaudidores de éste y todos
los proyectos, y los había con
Gioja. Lo que el Vice no puede
permitir es que frente a los problemas
no se actúe, y en eso, parece,
está empeñado. Dato aleatorio:
en breve llega a San Juan John
Thorton, el número uno de Barrick
a nivel mundial. Al revisar el currículum
del norteamericano, casi se
puede adivinar el futuro de la compañía.
DE QUÉ PORCENTAJES
SE HABLA
Si se toma el reporte de responsabilidad
que la empresa Barrick
distribuyó hace tres semanas,
allí se indica que las
compras a nivel local apenas superaron
en 2012 el 45% del total. En
Casposo sólo dijeron, sin precisar
números, que el 95% del personal
es local, pero no es tan alto en la
compra de insumos. En el caso de
Gualcamayo, el nivel del compre
sanjuanino no superó en los primeros
seis meses de este año, el 50%. Todas cifras
oficiales. Ahora bien, hay aclaraciones
válidas: es estricto off, en la compañía
propietaria de Veladero y
Pascua-Lama aclaran que, por ejemplo,
la compra de combustible supera el 25%
del total de insumos que se adquieren
para la mina iglesiana, y eso no se produce
en San Juan. Y hay dos puntos más
sobre los que se piden aclaraciones a los
autores de la norma: qué pasará con las
más de 20 empresas argentinas (de Córdoba
y Buenos Aires) que han alcanzado
sustitución de importaciones de empresas
mineras radicadas en San Juan -en
un proceso impulsado por el Ministerio
de Industria de la Nación- ¿serán
castigadas a perder esos contratos y pasárselas
a empresas locales? Una más:
los proveedores de Iglesia están en pie
de guerra con Barrick para que haya
más contratos para ellos. ¿Esto se incluirá
en la ley? Hoy las compras de Barrick
equivalen a todo un año y medio
de la coparticipación de Iglesia, sin embargo
quieren más. ¿Habrá prioridades
para los departamentos donde están
asentados los proyectos? Mucho trabajo
para las comisiones en la Cámara
de Diputados.
La ley también prevé que el
75% de los empleados obligatoriamente
deben ser sanjuaninos.
Este punto es mucho
más sencillo de verificar. Todos
los meses las empresas
mineras envían reportes a
la Subsecretaría de Trabajo
con la nómina de empleados
y los orígenes de ellos.
Se podría decir que la mayoría
están cumpliendo. Barrick
informó que más del
80% son de estas tierras, y en
números similares el resto. Además,
es mucho más complicado
"mentir" estas cifras. Ya hubo manifestaciones,
por ejemplo en Jáchal,
contra la empresa Techint, que contrataba
mano de obra foránea. La gente común,
a diferencia de los empresarios y
sindicalistas, no siente deberle nada a
nadie, por tanto pide lo que siente que le
corresponde.
Sergio Uñac ya fue claro para responderle
a los mineros: "infantiles" les dijo
días atrás en Radio Sarmiento cuando
le preguntaron por las quejas de los ejecutivos.
Igual, siempre esconde un as
en la manga. No se va a pelear definitivamente
con nadie, porque Gioja tampoco
lo haría, pero necesita demostrar
que alguien maneje el barco. Tiene excelente
diálogo con Guillermo Caló, autoridad
máxima de la Barrick en Argentina.
Sin esa relación, los duros
momentos hubiesen sido todavía peores.
Y esa "buena onda" tiene sus detractores:
mientras Caló negociaba con
Toronto para anunciar que la compañía
bajaba el ritmo, pero que dejaba 5
mil personas trabajando, uno de sus gerentes
decía lo contrario, por lo bajo. Y,
obvio, muchos compraron. Sin esa
buena relación del Vice con la cabeza de
la compañía, no sería posible la visita
de John Thorton antes de que termine
el año a San Juan. El norteamericano
John Lawson Thornton, de 59 años, fue
presidente de Goldman Sachs Asia, y
administrador o miembro del consejo
asesor para una amplia gama de organizaciones,
casi todas asiáticas. El dato,
aunque suelto en esta nota, puede ser de
relevancia para aquellos que escucharon
que Barrick buscará aliarse a capitales
de esa parte del mundo. Thorton
es, a juicio de algunas publicaciones financieras,
la llave para entrar en los
grandes negocios asiáticos. La llegada
del norteamericano a San Juan, ¿tendrá
que ver con eso?
