En menos de una década, la plataforma de hielo Larsen B, ubicada al este de la Península Antártica, que corresponde al sector antártico argentino, quedará totalmente disuelta a consecuencia del proceso de calentamiento global que sufre nuestro planeta. Así lo ha revelado la revista Earth and Planetary Science Letters, al difundir un estudio liderado por investigadores de la NASA.

Esta plataforma viene sufriendo derrumbes parciales desde 1995, en que una parte colapsó para convertirse en miles de témpanos considerados pequeños a pesar de tener cientos de metros de ancho. En 2002 se registró otro de los grandes desprendimientos y ahora se prevé de que en la próxima década desaparecerá totalmente provocando una gran modificación de la geografía de nuestro Sector Antártico.

Los colapsos de las plataformas, o barreras de hielo, están relacionados directamente con la tendencia al calentamiento que se observa en la Península Antártica desde finales de la década de 1940 y que se calcula en 0,5ºC por década, según los observadores. Para tener una idea más clara podemos señalar que una plataforma de hielo flotante, también llamada barrera de hielo o meseta de hielo, es una gruesa plataforma flotante de hielo que se forma cuando un glaciar pierde parte de una capa de hielo. Estas formaciones se extienden lentamente desde la costa hasta flotar sobre la superficie del océano. Las plataformas de hielo sólo se encuentran en la Antártida, Groenlandia y Canadá.

El estudio realizado por los expertos de la Agencia Espacial Norteamericana, en los que también han participado investigadores de la Universidad de California, de EEUU, y del Centro Universitario de Svalbard de Noruega, ha confirmado que los restos de la plataforma de hielo Larsen B fluyen hacia el mar abierto de forma cada vez más rápida.

Además, la plataforma de hielo se ha vuelto inestable y se rompe cada vez con más facilidad. Esto representa una mala noticia para el planeta, ya que esta plataforma de hielo ha existido durante más de 10.000 años y ahora está a punto de desaparecer.

Es muy difícil que se pueda hacer algo para evitar este proceso, salvo intentar aplicar las recetas que ya se conocen para desacelerar el calentamiento global a través de acciones concretas que apunten a evitar fuentes de contaminación ambiental y destrucción de la naturaleza.