¿El cartel había sido removido por temor a ataques terroristas o vandalismo? ¿O porque la imagen de Trump estaba perjudicando las ventas? Mientras hacíamos conjeturas, se supo que Eric Trump, uno de los hijos del presidente electo, estaba en la ciudad para impulsar las ventas de la torre y pronto nos enteraríamos qué pasó con el enorme cartel.

Entrevistado el 6 de enero por el diario El Observador, Eric Trump reveló que el cartel fue removido porque el presidente electo "está saliendo de una compañía completamente para convertirse en comandante en jefe de los Estados Unidos". Agregó que "mi hermano y yo vamos a tomar el negocio y creo que progresivamente vamos a volvernos rostros más visibles de la marca".

¿Pero eso bastará para evitar potenciales conflictos de intereses? Los expertos en temas de ética señalan que la única manera de evitar que la Casa Blanca de Trump se convierta en una subsidiaria de la Organización Trump sería que vendiera su parte del negocio y pusiera el dinero en un fideicomiso ciego.

La Organización Trump tiene intereses en más de 100 empresas en 20 países, incluyendo hoteles y campos de golf en Panamá, Brasil, Turquía, India y Filipinas. Además Trump tiene deudas bancarias por cientos de millones de dólares con el Banco de China y el Deutsche Bank entre otros, lo que daría lugar a sospechas en futuras decisiones de gobierno.

Incluso si sus hijos toman el control total de la compañía y Trump promete no discutir negocios con ellos, como dijo el miércoles, difícilmente evitará conflictos de interés.

Es difícil imaginar que presidentes extranjeros no usarán a los socios comerciales de Trump en sus propios países para obtener beneficios de la Casa Blanca. Filipinas, por ejemplo, nombró a José E. B. Antonio socio comercial en la torre Trump de Manila como enviado especial a EEUU para el comercio, la inversión y asuntos económicos.

El gobierno del presidente Mauricio Macri acudió a Felipe Yaryura, uno de los socios de YY Development, que además de construir la Torre Trump en Punta del Este planeaba una Torre Trump en Buenos Aires, para lograr una llamada de felicitación poselectoral a Trump el 14 de noviembre, según el Washington Post.

El miércoles, en su primera conferencia de prensa en casi seis meses, el presidente electo dijo que su fondo fiduciario entregará el "control total" de la Organización Trump a sus hijos. "Mis dos hijos Don y Eric van a dirigir la empresa, y no van a hablar (de negocios) conmigo", dijo.

Mi opinión: Eso es una falacia total. Pretender que la entrega de la gerencia de la Organización Trump a sus dos hijos sin vender su parte evitará conflictos de intereses es ridículo. Y afirmar que no discutirá asuntos de negocios con ellos durante los próximos cuatro años es un insulto a la inteligencia. Eric y Don Trump parecen vivir pegados a su padre. Incluso aparecieron junto a él durante la rueda de prensa como si fueran altos funcionarios de la administración entrante.