La primera después de la vuelta de la democracia cuando el bloquismo dominante en la provincia llevó a tres candidatos a la máxima magistratura. Aguiar Arancivia, Graffigna Latino y Eduardo Baistrocchi condujeron el tribunal más alto en esos primeros años hasta que se atrevieron a contradecir al Poder Ejecutivo. Leopoldo Bravo había ganado las elecciones por escaso margen frente al peronismo y radicales pero por el sistema uninominal por circunscripción se había quedado con 26 de los 30 miembros de la Cámara de Diputados. Con esa mayoría propuso una reforma de la Constitución pensando que esa proporción se mantendría con los futuros constituyentes, pero el resultado fue al revés. Los radicales que eran gobierno en la nación con Alfonsín, se quedaron con dos tercios y el restante fue repartido entre peronistas y bloquistas.

Dos diputadas electas por el partido de los Cantoni, Sari Luz Díaz Lecam y Mónica Sueldo separaron bloque y, según se dice, festejaron la derrota de Ivelice Falcioni de Bravo, esposa del gobernador, junto a radicales y peronistas en la vieja confitería El Águila, por entonces en la calle Mitre. Bravo habría dicho: "No voy a gobernar para 50 mil sanjuaninos" (era la cantidad de votos que sacó) y renunció dejando un breve texto bajo la puerta del Vice Gobernador Ruiz Aguilar.

Escandalizada, la mayoría bloquista de diputados expulsó a las dos integrantes del Bloque Independiente adjudicándoles "inconducta partidaria", ellos sostenían que las bancas eran del partido y no de los individuos. Las diputadas se defendieron en la justicia ordinaria y la causa llegó a la Corte. El procurador Ventura Manrique y los cortistas Aguiar Arancivia y Graffigna Latino opinaron favoreciendo a las acusadas y exigiendo su restitución al cargo.

Los diputados, con la mayoría ya descripta, fueron por más y avanzaron con juicio político a la Corte. Una vergüenza nacional que terminó en la Corte Suprema que falló del mismo modo que la Corte depuesta. Pero la destitución de los ministros y el procurador quedó firme, se mantuvo Baistrocchi, el único adicto al bloquismo de aquél trío y los expulsados fueron reemplazados.

Eduardo Podestá, Gustavo Sambrizzi, Hugo Médici, Jaime Velert y García Castrillón completaron el número de cinco que instituyó la reforma constitucional del 86 y luego vinieron Humberto Medina, Carlos Balaguer, Adolfo Caballero, Juan Carlos Caballero Vidal y Abel Soria Vega prácticamente hasta nuestros días.

El tiempo hizo su tarea, cinco dejaron la función y Sergio Uñac propuso los reemplazos

El tiempo hizo su tarea y esos cinco han ido dejando la función por lo que ha tocado a Sergio Uñac proponer todos los reemplazos, De Sanctis, García Nieto, Olivares Yapur, Juan José Victoria y ahora seguramente Marcelo Lima. No tiene sentido mencionar, en este nivel al menos, al Consejo de la Magistratura. Sólo uno de los equipos de jueces obtuvo un logro

No se ve en el horizonte conflicto institucional como aquellos de otras épocas.

importante, la autarquía que rigió desde la gestión de Podestá. Ninguno de los otros se fue con honores, el último evadió por poco el escándalo y la ruptura de las sucesiones normales. A la fecha no se conoce fallo novedoso que justifique su inclusión en algún libro o artículo científico que pudiera ser motivo de estudio.

El nuevo grupo despierta mejores expectativas. De Sanctis con inmensa experiencia como diputado provincial y nacional, vice ministro de Justicia de la Nación y Fiscal de Estado; García Nieto, la más joven y primera mujer en ocupar ese sitio que viene de ser Asesora Letrada del Ejecutivo; Olivares Yapur, ex camarista; Juan José Victoria, también camarista de larga tradición en gestiones municipales y Marcelo Lima, ex Vice de Gioja, ex Intendente de la Ciudad de San Juan dos períodos y luego Vice de Sergio Uñac.

Para este último caso, será difícil encontrar examinadores para alguien que ha sido gestor y ejecutor de las leyes sancionadas desde 2003. Lima, que podría ser el único en ocupar los cargos más altos de los tres poderes del Estado al igual que Salvador María del Carril en la nación, está invitado a ser el equilibrio entre las pasiones de De Sanctis y Olivares Yapur. García Nieto y Victoria son conocidos por su moderación siempre en términos relativos, todos poseen personalidades fuertes.

Los cinco vienen de larga militancia justicialista por lo que puede suponerse que habrá pocas discusiones filosóficas sobre cómo encarar cada causa. La pertenencia política no debiera alarmar a nadie. Son muy escasas las causas de condimento partidario que llegan a este Tribunal de interpretación constitucional. La casi totalidad de los asuntos refieren a cuestiones de la vida cotidiana que no rozan las simpatías personales por una u otra camiseta.

Tampoco se ve en el horizonte algún conflicto institucional como aquellos a los que fue tan afecta la política sanjuanina. Los designados deben convertirse en imparciales desde el momento mismo de su nombramiento por más que traigan una historia personal como cada uno de nosotros.

La nueva integración despierta la esperanza de que el más alto tribunal de la provincia ocupe de manera más evidente el lugar de una de las tres patas en que asienta el sistema republicano, que recuerden aquello de que la ley no es justa por ser ley sino que debe ser ley porque es justa y que, como recuerda el dicho: "Si escriben sobre derecho, mejor".