En 1776 al erigirse el Virreinato del Río de la Plata, las tres provincias cuyanas pasaron a formar parte de esta nueva entidad política y años después, con la implementación de la Real Ordenanza de Intendentes de 1782, quedaron bajo la potestad política -administrativa de la Intendencia de Córdoba del Tucumán- con capital en Córdoba.

Al momento de la revolución la región cuyana tenía una población de aproximadamente 27.000 mil almas. Políticamente en cada ciudad cuyana existía un subdelegado de Real Hacienda y un comandante de Armas, subordinados a la autoridad residente en Córdoba. Cuando ocurrieron los sucesos de mayo era gobernador intendente Juan Gutiérrez de la Concha. Córdoba fue uno de los núcleos contrarrevolucionarios, de ahí que en Cuyo hubo desconcierto y hasta discrepancias en cuanto a la decisión que se debía tomar.

Se coincide que a San Luis llegaron las noticias de la revolución el 11 de junio portadas por el comandante Manuel Corvalán. Ante estos informes el cabildo se reunió al día siguiente y sin vacilaciones se decidió adherir a lo solicitado. San Luis preparaba sus respuestas pero el 13 de junio llegaron noticias desde Córdoba solicitando no reconocer al nuevo gobierno, si embargo la nota no hizo mella a los cabildantes puntanos, para finalmente el día 30, reunirse en Cabildo abierto, adhiriéndose a la flamante gestión y eligiéndose como diputado al alcalde de primer voto don Marcelino Poblet.

En relación a Mendoza el día 6 se tenían datos traídas por un particular, pero oficialmente el 13 de Junio llegaba el citado comandante Manuel Corvalán con noticias de lo sucedido en Buenos Aires. Este hombre, oriundo de Mendoza, era el portador de tres pliegos que coincidían en un mismo punto: la pronta elección de un diputado. Estas noticias correrían como reguero de pólvora en la ciudad cuyana. El 14 de junio se reunió el cabildo que no resolvió ni dio ningún paso trascendente. El mismo día llegó una nota desde Córdoba con el mismo contenido que la puntana. Mientras tanto los españoles, como el Comandante de Armas Ansay y los ministros de la Real Hacienda Torres y Gómez Liaño, no habían permanecido pasivos y habían organizado un movimiento de resistencia para acabar con cualquier intento revolucionario, apoyados y guiados directamente por las instrucciones que llegaban desde Córdoba.

Así las cosas, el día 23 de junio se reunió el Cabildo abierto, con la concurrencia de 46 vecinos, integrados por militares, comerciantes y el clero. Mendoza se adhirió a la solicitud de Buenos Aires y eligió diputado al regidor Bernardo Ortiz, no obstante este falleció sin poder incorporarse a la Junta y el 22 de septiembre se eligió para el mismo cargo a don Manuel Ignacio Molina. En cuanto a la actitud del comandante de Armas Ansay, y sus partidarios, finalmente y con la intervención del presbítero Domingo García y el mismo Corvalán, capitularon y luego Ansay fue destituido de su cargo.

San Juan, a 160 kilómetros de Mendoza, separado por un camino inhóspito y de difícil recorrido, recién tuvo referencias de los hechos porteños el viernes 17 de junio, a través del correo común, aunque algunas versiones históricas indican que posiblemente las noticias se hallan conocido antes, a modo de rumor, traídas por un particular no identificado. Los informes llegados el 17 eran un relato detallado de los diferentes hechos, pidiendo lo mismo que a San Luis y Mendoza, de igual forma llegó una nota de Gutiérrez de la Concha. Ese mismo día hubo reunión en la casa de Plácido Fernández Maradona, alcalde de primer voto. Fue una reunión muy reservada a tal punto que no se difundió el resultado. Se pasó a un cuarto intermedio hasta el día 20, fecha en la que se resolvió comisionar un enviado a Mendoza para averiguar que había pasado.

El 26 de junio regresó el mensajero con la novedad de que el escenario político mendocino se había complicado, ya que la opinión se había divido entre juntistas y antijuntistas. Fue entonces cuando aparecieron en las paredes de la ciudad sanjuanina unos cueros pelados, con una llamativa leyenda que decía: "…gobernarás Cisneros, cuando le salga lana a este cuero…". Esta especie de panfletos revolucionarios para algunos historiadores solamente fue una tradición popular, sin verosimilitud histórica. El 4 de julio llegó otra orden desde Córdoba en que se exigía el acatamiento al Consejo de Regencia. Finalmente el alcalde de primer voto, don Plácido Fernández Maradona citó a un Cabildo abierto para el sábado 7 de julio. En esta reunión se tomó conocimiento del contenido de todos los oficios. Hubo un debate con opiniones encontradas, pero finalmente la elección se pronunció a favor de la Junta de Buenos Aires, conviniéndose que el diputado se elegiría el día 9. En esa jornada salió electo José Ignacio Fernández de Maradona. Cabe decir que el Cabildo sanjuanino incluyó en su decisión a los cabildos de Jáchal y Valle Fértil. El 28 de julio San Juan remitió representantes a estos lugares: Juan Francisco Pensado a la Villa de Jáchal y Juan Crisóstomo Quiroga a Valle Fértil.