La actual Av. Benavídez, que atraviesa transversalmente al departamento de Chimbas, es la única calle de San Juan que recuerda la significativa figura del General Nazario Benavides, aquel "caudillo manso", hombre estrella de la vida política local. Fue el 7 de agosto de 1908, hace más de un siglo, que esta arteria fue bautizada con este nombre. Anteriormente se llamaba "Gral. Enrique Godoy", un militar que ocupó la primera magistratura cuando nacía el pasado siglo. El cambio de nombre se produjo a partir de un decreto de la entonces Cámara de Diputados, cuando era gobernador el Coronel Carlos Sarmiento. La Avenida Benavídez, además de evocar el nombre de este destacado líder federal, es una calle que está repleta de anécdotas y de historias informales. Al comenzar el siglo XX era una rústica huella con algunos tramos separados por un borde de tierra revuelto con ripio, material tan típico de esa zona pedregosa, cercana a aquel otrora brazo secundario de nuestro río, llamado "Cañada Brava". Dicha huella fue extensa y partía, casi imperceptiblemente, del Dique San Emiliano, hasta la actual Calle Colón y desde aquí en línea recta hacia el este, llegando al río San Juan, en división con el departamento Angaco Sur -hoy San Martín-. En general aquella solitaria calle estaba rodeada por viñas, algunos árboles y una que otra vivienda. Era común que en tiempos estivales, cuando el río arreciaba con sus aguas, se convirtiera en una especie de rivera. Se dice que en la intersección con la vigente calle Salta, se edificó una elevada torre que cumplía las funciones de mirador permitiendo observar con comodidad hacia los cuatro puntos cardinales. Un hito importante, que le concedió importancia a la arteria, es que en 1904 se construyeron precariamente las instalaciones del Tiro Federal Argentino, destruido en el terremoto de 1944. Otra edificación que en cierta manera contribuyó a darle identidad, fue el emplazamiento de la Cárcel Pública, construcción que concluyó en 1928 durante la gobernación de don Aldo Cantoni. También durante la gestión de los gobiernos cantonistas se erigió sobre esta calle la emblemática Villa Obrera, un asentamiento poblacional pionero en el sentido que respondió a la intención de promover acciones lucrativas, pues a los pobladores se los surtió de semillas y otros productos agropecuarios para que tuvieran sus propias huertas familiares. Igualmente tenemos que mencionar que en esta época se construyó la monumental Bodega del Estado, situada a la vera de la avenida y separada por el canal homónimo. Recordemos que cuando se creó la CAVIC, en la década del 60, esta bodega fue la central, situación que le otorgó a nuestra calle mucha vida. Y para concluir, también en 1960 es la época de oro de locales recreativos, como aquella famosa pista bailable llamada "Madreselva" en Villa San Patricio o el Cine Benavides, propiedad de don Raimundo Inglese.

Prof. Edmundo Jorge Delgado
Magíster en Historia