La posibilidad de que se adelanten las elecciones o no en San Juan debe ser hoy la preocupación más importante que tienen los dirigentes políticos de la oposición y el oficialismo. No es para menos, porque la fecha define los tiempos que tienen para diagramar estrategias e incluso para la compleja decisión de competir o no por un cargo. José Luis Gioja coquetea con eso y no da pistas, a sabiendas de que el Código Electoral de la provincia le entrega espacio para diferenciarse de la elección nacional, que ya fue fijada por Ley para el último domingo de octubre del año que viene, en el caso de las Generales, y el 9 de agosto para las Primarias. Hoy, las variables desde la perspectiva del oficialismo son demasiadas: Gioja sabe que si adelanta le entrega en bandeja a la oposición la posibilidad de unirse, porque lo único que divide a los hombres que enfrentan al Gobierno provincial es el alineamiento con los candidatos a Presidente, problema que se elimina si la elección se hace un día distinto al nacional. En contrapartida a eso, Gioja le crearía un tremendo drama a los opositores, ya que a las apuradas tendrían que salir a armar listas en todos los distritos. Pero en una variable más y para que al lector le quede clara la complejidad de ésta decisión, la oposición podría hacer estragos en los distritos del Gran San Juan más Caucete, por ejemplo, donde el oficialismo no ha logrado instalar figuras de peso. Y como si eso fuera poco, hay versiones periodísticas que ponen al sanjuanino en el lote de gobernadores a quienes el kirchnerismo ya les ha pedido adelantar comicios, para arrancar el año ganando. ¿Qué hará Gioja?
El lío legal, más o menos, sería así: el Código Electoral de la provincia dispone que las elecciones generales deben celebrarse "con antelación de sesenta (60) días a la finalización de los mandatos, como mínimo y ciento veinte (120) días, como máximo…". Suponiendo que Gioja quiera adelantar, se puede inferir en la misma hipótesis que usará el máximo que le permite la ley. Si los mandatos terminan el 10 de diciembre del año que viene, los 120 días se cumplen el 12 de agosto. Ese día es miércoles, por tanto la fecha ideal y habilitada sería el domingo siguiente, que es 16 de agosto. A su vez la ley de las PASO dice que "(las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) Serán celebradas dentro de un plazo no inferior a ciento veinte (120) días de la Elección General". Si se toma el domingo 16 de agosto como día de la elección general y hay que contar cuatro meses sí o sí para las PASO, habría que pensar en el domingo 12 de abril, ya que los 120 días justos se cumplen el 18 de abril, que es sábado. Tomando esa fecha (la del 12), aunque puede ser antes incluso, la convocatoria debe hacerse "…con una antelación no menor a cien (100) días…", según el texto vigente. Para pasar en limpio y siempre y cuando el mandatario decida adelantar los comicios y aprovechar todo el tiempo que pueda, le fecha límite para el llamado a elecciones internas sería el 2 de enero de 2015. Lo más problemático para cualquier dirigente político antes de las elecciones es definir los nombres propios que encabezarán cada boleta. En esa materia, la ley de las PASO complica aún más: si la contienda interna fuese el 12 de abril, usando la misma especulación de fechas de más arriba, los partidos y frentes tendrían tiempo de anotar sus candidatos hasta el 11 de febrero del año que viene. Es decir, nada de vacaciones para nadie y sólo 4 meses desde hoy para armar listas en los 19 departamentos.
El apuro puede acarrear problemas y beneficios: los partidos políticos más pequeños quedarían en desventaja frente al PJ y el bloquismo, quienes poseen estructuras sólidas en todos los rincones de la provincia. Y, a su vez, el PJ tendría que definir rápidamente nombres para algunos de los departamentos que más votantes aportan, como Capital, Caucete, Rivadavia, Santa Lucía y Chimbas. Y eso, merece paréntesis aparte y desglose en particular: en Capital "No hay candidatos", dijo hace algunas semanas el vicepresidente primero del PJ provincial e intendente, Marcelo Lima. Y no se equivocó. Suenan Dante Elizondo, Daniel Molina y otros, aunque ninguno está instalado del todo. Del lado de la oposición sobran: Rodolfo Colombo, Eduardo Cáceres, Alberto Sánchez y muchísimos otros, quienes en conjunto o separados -como los rubios- están mejor que los oficialistas, dicen las encuestas. Rivadavia: hace poco este diario contó los fuertes cruces entre los líderes del oficialismo, como Ana María López, Marcelo Delgado y el presidente de la Junta del PJ, Moisés Lara. Pero mientras ellos se disputan protagonismo en los medios, Fabián Martín, el basualdista, sin hablar una sola palabra sigue liderando en las encuestas. Error oficialista. En Caucete, donde al igual que en Capital el intendente no puede repetir mandato, no hay líderes claros. Juan Elizondo no ha salido construir liderazgo -entre otras cosas- y será difícil que pueda hacer equilibrio, lo dicen también los sondeos. En el distrito del Este aparecen varios nombres como Mariela Ginestar y algún funcionario municipal, pero ninguno es claro vencedor. Sí lo es, al menos en las encuestas previas, Emilio Mendoza, por ejemplo, un viejo enemigo del peronismo provincial. En Santa Lucía se menciona a Cristian Andino del lado del FpV y a otros, pero ninguno toma la batuta y, parece, los PJ "puros" no quieren saber nada con el presidente de OSSE. Mientras, al igual que en Rivadavia, un basualdista saca ventajas: el intendente Marcelo Orrego está como favorito de los vecinos, lo dicen todas las mediciones de imagen. Chimbas es un lío en todo sentido: el intendente Raúl Tello resultó de la talla del caucetero Elizondo y no logra hacer pie con ningún candidato, porque tampoco puede ir por otro mandato. Por eso aparecen hombres como Carlos Gómez, que tiene estilo y fuente de financiamiento propios. Gómez y varios más ya han dicho que quieren ser. En definitiva, pareciera que al Frente para la Victoria le costará más tiempo que a la oposición instalar candidatos en los departamentos donde hay más votantes, y por eso el enemigo es el tiempo. Salvo en Rawson, donde Juan Carlos Gioja aparece como claro líder y favorito en las encuestas. Con esa lógica, pues, suena verdaderamente difícil que Gioja quiera meterse en semejante berenjenal adelantando los tiempos. A eso se suma la posibilidad de la unión opositora, que por un error de la senadora Gabriela Michetti, casi tiran a la basura: la legisladora dijo en San Juan el domingo pasado que no hay chances de una alianza entre Eduardo Cáceres y Roberto Basualdo olvidando la posibilidad del adelanto de las elecciones. Si Gioja apura el calendario, los candidatos no tendrán obligación de llevar en la boleta a un presidenciable y dejaría a Cáceres, del Pro, con libertad de unirse al basualdismo que ya apostó por Sergio Massa a nivel nacional. Es decir, el movimiento del Gobernador hará posible una unión entre Basualdo y Cáceres, o el PRO y el Frente Renovador de Massa, que puede ser, en materia de recursos, por ejemplo, un tanque difícil de vencer. Para frutilla de este postre, hay otros factores que influyen y que no se manejan en San Juan: la economía, por ejemplo. Estiman algunos analistas -incluso del oficialismo- que al Gobierno nacional le será difícil sortear su pelea internacional y eso influirá seguramente en el ánimo del votante. Con esa mochila miden la ayuda electoral que puede venir de las provincias y saben que una victoria de Gioja tempranera les aseguraría buen impacto en el concierto nacional y, a su vez, una rápida definición del sanjuanino, quién ha coqueteado bastante con la posibilidad de apoyar a Daniel Scioli como candidato a Presidente, con el rechazo que eso implica en el íntimo mundillo K. Todo es revisión por estos días, pero a menos que algo extraño pase y a juicio de este periodista, es mayor la posibilidad de que Gioja siga a la Nación en la fecha de elecciones, a que decida adelantar. Ojo, siempre y cuando no se le adelante algún intendente, como ya ha ocurrido en otras elecciones. No hay que olvidar que los distritos son independientes en sus categorías. Y lo último: en ésta columna no se ha desarrollado la decisión de Gioja de presentarse o no. O de las variadas ofertas oficialistas, cuestión que también juega y que, seguro, será materia de análisis futuro.