Dentro de este corporativismo, que en sus múltiples facetas contribuye al desgobierno del país, solo en términos enunciativos y en función de su relevancia actual resaltaremos algunos aspectos de la priorización de derechos frente al cumplimiento de sus obligaciones sectoriales: - Corporativismo Judicial: después de una larga siesta en la que pretenden ser los salvadores de la sociedad y en el eterno reclamo de sus derechos, en muchos casos justificados, de independencia, mayor presupuesto y statu-quo en término de remuneraciones, qué hay de sus obligaciones de idoneidad y transparencia en la elección de sus miembros; calidad y agilidad en el trámite judicial; democratización del acceso a la Justicia, entre tantos otros? 


- Corporativismo Sindical: bajo las banderas de la justicia social y en el eterno y justificado reclamo de los derechos de los trabajadores, qué hay de sus obligaciones de democratizar sus conducciones, transparentar el manejo de fondos y cumplir con sus obligaciones sindicales en términos de salud a sus afiliados, entre tantos otros? 


- Corporativismo empresarial: bajo la excusa de una economía volátil y en recesión, y con el justificativo de una alta presión fiscal, el reclamo de derechos de protección ante la importación de artículos, baja en presión fiscal y acceso a crédito barato, no ha sido acompañado con la misma fuerza por el cumplimiento de las obligaciones de colaborar con el freno a la inflación, mantener dotaciones de personal y adecuar las rentabilidades a estándares mundiales. 


- Corporativismo político: en paralelo a sus derechos de mantener inalterable todo un sistema de prebendas, altos ingresos y fueros; qué hay de sus obligaciones de gobernar con vocación de servicio, sin incurrir en delitos de corrupción y abuso de poder, entre tantos otros? 


La tendencia cualquiera sea la corporación es innegable. Los derechos hay que reclamarlos y priorizarlos, mientras que las obligaciones hay que relativizarlas. 


Las soluciones deben ser encaradas y pasan por fomentar el dialogo social, exigir a la par de derechos pretendidos el cumplimiento de sus obligaciones corporativas, encontrar intereses en común, priorizar recursos y modernizar el rol Institucional de las corporaciones.  


Las medidas que se perfilan en materia económica del actual gobierno, las cuales tienen como ejes la baja del déficit, la inversión en infraestructura y la disminución de la presión fiscal, toca intereses y por ende requieren que los corporativistas actúen bajo premisas de criterio y sentido común. Los intereses particulares y sectoriales deben flexibilizarse en pro de intereses en común. Está en todos nosotros la solución.