En la última edición de la Fiesta de la Educación, que desde 2008 viene realizando las Municipalidad de la Ciudad de San Juan, se recurrió a una ingeniosa forma de narrar uno de los pasajes de la vida de Domingo Faustino Sarmiento, mediante la puesta en escena de la representación de su último viaje a San Juan.
Los actores locales que interpretaron los roles del prócer; el de su hermana Procesa y de su madre, Paula Albarracín, como también del grupo de sanjuaninos que estuvo presente en aquella ocasión, recibieron el aplauso emocionado del público que siguió con gran atención cada uno de los diálogos contenidos en un impecable libreto. Tres años antes, en 2011, durante la misma celebración, que tiene como consigna ‘Educar al soberano”, y con motivo del bicentenario del natalicio de Sarmiento, fue servida una torta gigante con participación multitudinaria.
Cada una de estas iniciativas cumplieron ampliamente con el objetivo de acercar la figura del Gran Maestro al público en general, haciendo posible que grandes y chicos comprendan la real dimensión de nuestro máximo prócer, como un auténtico visionario de un país que debía forjarse en base a la educación de su pueblo. Y fue ejemplo en el mundo.
Un mensaje claro y didáctico es, sin duda, una de las formas más apropiadas para enseñar a las generaciones venideras conceptos generales y puntuales referidos a las principales figuras de nuestra historia. La iniciativa de la comuna capitalina que se renueva cada año, durante el mes dedicado a recordar a Sarmiento, es la manera de contrarrestar las agresiones que la figura del prócer ha recibido en estos últimos tiempos por parte de sectores que no han tenido la menor consideración del aporte efectuado por el destacado sanjuanino en un área tan importante como es la de la educación.
Hacer que la Fiesta de la Educación en torno a la figura del Gran Maestro continúe consolidándose con actividades que pongan de relieve su vía y obra, merece toda la atención y apoyo necesario. Lo mismo que las gestiones que a nivel nacional que han quedado pendientes como la de declarar a San Juan Capital de la Educación Popular y que el 11 de septiembre, fecha en que se recuerda el paso a la inmortalidad de Sarmiento, sea considerado feriado nacional en reemplazo de otras tantas fechas que se han agregado al calendario con muchos menos méritos que esta recordación tan significativa para la ciudadanía argentina.