¿Por qué hablamos de educación católica? La formación cristiana y sus enseñanzas de carácter pedagógico consisten en contemplar el proyecto de educación para la fe en Jesucristo a través de la Santa Iglesia, la que se constituye en madre y maestra de todos los hombres sin excepción ni discriminación alguna. La educación cristiana tiene tres presupuestos fundamentales: Su institución, en la representación humana por sucesión de la presencia de Cristo en el mundo por el mismo Papa (carácter místico). "Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia...'' (Mt. 16, 13:20) Su inicio, con la llegada del Espíritu Santo -Paráclito- el alma de la iglesia. "aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y fueron posándose sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo'' (Hech 2, 1-4) y Su mandato, para el conocimiento de la fe y como llegar por medio de Jesús a Dios. "Por tanto, id, y enseñad a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo'' (Mt. 28:19-20)

La educación católica en Argentina tuvo dos ingresos: uno de características históricas desde la colonización de América por los españoles y el otro de propagación de la fe cristiana por la tradición y nuestros padres en el seno mismo de la familia. Referirse a la educación católica, es remitirse a la educación para todos de la fe en Cristo Jesús, Nuestro Señor. Por su carácter es universal, no tiene fronteras ni límites. Incluye las enseñanzas sobre el Nuevo Testamento por el testimonio de los evangelistas -apóstoles de Jesús de Nazareth- y una doctrina de la Iglesia a partir de la propagación de esa fe desde los Hechos de los Apóstoles. Por otra parte se sostiene con el mandamiento supremo amar a Dios y al prójimo como a ti mismo y los sacramentos de la eucaristía, -Comunión o Cena del Señor- y el Orden Sagrado (consagración apostólica)

La educación católica puede examinarse en la propuesta seglar del presente proyecto pedagógico, el que toma en cuenta: -A la misma persona por sus aprendizajes bíblicos y enseñanzas de la iglesia. -El reconocimiento en ella de su estado civil como base de la convivencia social. -Su ubicación en el contexto histórico de la cultura occidental cristiana por la tradición y por sus fundamentos de los antecedentes judeo-cristianos probados en la Biblia. -El fortalecimiento de la fe en su predicación desde las catacumbas y hechos de los apóstoles. -La vida en santidad de sus mártires, santos, predicadores, misioneros y fieles ejemplares modelos de vida y fe. Además forma parte del proyecto: -El valor de la confianza en la palabra de Cristo y del Papa y las demostraciones prácticas de los cristianos que viven el compromiso de la iglesia. -La voluntad puesta de manifiesto por Nuestro Señor Jesucristo en su deseo de que "seamos uno solo'' (Jn. 17,21) en unión e identidad y no una diversidad disgregada de ministerios -hoy más de 500. También, -La medida y diferencia de la conducta humana -propensa a los avatares de la vida- con la conducta cristiana sujeta a la voluntad y el mandato de Cristo. Y como cierre final, la creación en el marco de la educación popular parasistemática del Servicio de Formación Cristiana con talleres de reflexión en clubes, uniones vecinales, parroquias, etc. Este último propuesto por el laico a las autoridades eclesiásticas para un trabajo en común acuerdo.

Entre las condiciones relevantes que un educador católico debe reunir citamos: -El testificar la fe en Cristo, la Iglesia y la ejemplar fortaleza para sostenerla en la persona de la Virgen María, madre de Jesús y por ende madre de Dios y de la Iglesia como fundamento de la convicción cristiana. -La disposición para aceptar y compartir el misterio de la fe con todos los hombres sin distinción alguna de creencias o ideologías y -La no diferenciación de personas ni por su condición, ni por sus necesidades o pertenencias. Agregamos: -La demostración de los principios de la fe, no solo en la familia sino también en el trabajo y en la misma sociedad -El asumir que en cualquier estado, soltería, matrimonio u otro en particular, se la debe vivir según la situación en que uno se encuentre y que -El reconocimiento de la fiel representación de Cristo en la tierra, el Papa sucesor de Pedro, que al igual que los consagrados por el Orden Sagrado se amplía a los llamados laicos por su particular sacerdocio desde el bautismo y que finalmente -Todos somos iguales e hijos del mismo Dios revelado en la persona de Jesús el Cristo sostenido por el amor del Espíritu Santo.